Sánchez y Casado se verán el jueves en la Moncloa en un clima de tensión

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño LA VOZ / MADRID

ESPAÑA

ZIPI | EFE

El Gobierno alinea al líder del PP con los partidos xenófobos y le reclama «lealtad»

01 ago 2018 . Actualizado a las 01:17 h.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá este jueves en la Moncloa con el nuevo líder del PP, Pablo Casado. Y la cita, que marcará el tono de las relaciones entre el Ejecutivo y el primer partido de la oposición para el resto de la legislatura, se celebra en un clima de tensión que no invita precisamente al optimismo en cuanto a posibles acuerdos. De hecho, a pocas horas de que se celebre este primer cara a cara, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, acusó al líder del PP, y también al de Ciudadanos, Albert Rivera, de alinearse con los partidos que defienden una «Europa cerrada, xenófoba, que vuelva a situaciones bastante incomprensibles». A esa posición contrapuso aquella en la que, según dijo, se alinean «Macron, Merkel, Costa y Sánchez». Calvo se mostró sorprendida de que Casado dijera que «no es posible que haya papeles para todos» cuando, según dijo, es el PP el que ha salido del Ejecutivo «sin prever nada de lo que iba a ocurrir» en las frontera.

«Sánchez le va a ofrecer proteger las políticas de Estado» y exigirá «lealtad» y «altura de miras», preciso Calvo, aunque desde el PP adelantan que harán una oposición responsable pero contundente, por lo que Casado defenderá la instauración de políticas «eficaces» en materia de inmigración. Y, en lo que afecta a la crisis independentista, cuestionará abiertamente la vía abierta por el Gobierno para que en las reuniones bilaterales entre el Ejecutivo y la Generalitat se incluyan las propuestas sobre el derecho a decidir o la situación de los presos. Frente a ello, exigirá un reforzamiento institucional frente al desafío de los soberanistas.

Firmeza sobre Cataluña

El líder popular ya adelantó su intención de incluir en el Código Penal el delito de sedición impropia y recuperar el de convocatoria de un referendo ilegal, que el Gobierno del PSOE suprimió en el 2010. La sintonía que el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y el entonces líder de la oposición Pedro Sánchez mostraron en los momentos previos a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña puede darse por rota tras el cambio de papeles entre ambos partidos. El líder socialista ha optado por una política de diálogo con el nuevo presidente catalán, Joaquim Torra, con gestos como el acercamiento de los líderes independentistas presos. Pero Casado planteará este jueves que, si desde el Gobierno se mantiene una posición «tan ambigua» a pesar de que los secesionistas no den muestras de acatamiento a la Constitución, exigirá que se aplique de nuevo el precepto constitucional que supone la destitución del Gobierno de la Generalitat y la suspensión de hecho de la autonomía en Cataluña. El líder del PP recuerda que tienen mayoría absoluta en el Senado para aprobar la aplicación de ese artículo, pero lo cierto es que esta decisión solo puede ponerse en marcha previa petición del Gobierno.

Y, en lo que afecta a la economía, Casado exigirá a Sánchez «responsabilidad económica y fiscal con los compromisos con la Unión Europea y el techo de gasto», después de que el Gobierno perdiera en el Congreso la votación sobre la nueva senda fiscal pactada con la UE.

Albert Rivera pide al presidente del Gobierno que convoque ya elecciones y no alargue la agonía

«Le pido a Sánchez que reflexione y asuma la realidad. Es un Gobierno débil, sin votos, sin escaños y sin mayorías». El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, considera que, si con la debilidad del Gobierno de Mariano Rajoy la legislatura estaba ya acabada, lo está aún más desde que el líder socialista accedió a la presidencia del Gobierno con solo 84 escaños. «La situación ahora es peor que la que teníamos antes», afirmó Rivera en una comparecencia en el Congreso, asegurando que con el Gobierno del PP había al menos «una mínima estabilidad parlamentaria» que no existe en este momento. Por ello, exigió al jefe del Ejecutivo que «convoque elecciones para tener una mayoría estable y que no alargue más la agonía».

Recordó que Sánchez llegó al Gobierno «apoyado por los separatistas» y criticó que ahora «mire hacia otro lado» en lugar de defender la ley en Cataluña. «Hoy tenemos cuentas descontroladas, las embajadas volverán a estar abiertas, un acoso y derribo a los jueces, y a Torra y Puigdemont decidiendo qué sucede en Cataluña», señaló. Indicó que, a la vista de ello, no solo no se arrepiente de haber votado en contra de la moción de censura presentada por Pedro Sánchez, sino que volvería a hacerlo «con las dos manos».

El PP presenta de nuevo la propuesta de que gobierne la lista más votada 

G. B.

El nuevo líder del PP, Pablo Casado, se estrena en el Parlamento recuperando una propuesta largamente propugnada desde las filas populares: la de que gobierne la lista más votada en las elecciones municipales. El Grupo Popular presentó este martes en el Congreso una proposición de ley de modificación de la actual Ley Orgánica de Régimen Electoral (Loreg) cuyo objetivo último es, según el planteamiento del PP, que los alcaldes sean elegidos por sus votantes y no por «pactos en los despachos». Aunque se trata de una cuestión reiteradamente planteada por los populares sin lograr el consenso parlamentario necesario para ello, en esta ocasión esperan «llegar a tiempo» para que la medida se pueda aplicar ya tras las próximas elecciones municipales, que se celebrarán en el 2019. La fórmula sería un sistema a doble vuelta con prima a las mayorías similar a la que ha aplicado el PP en su reciente congreso, y que haría innecesaria la segunda votación si algún partido alcanza la victoria con una determinada diferencia de votos sobre los demás. Para que la lista más votada se haga directamente con la alcaldía en primera votación debería obtener un mínimo del 35 % de los votos totales si saca una ventaja al partido siguiente de al menos cinco puntos. La otra opción que daría directamente la alcaldía al más votado sería obtener un 30 % de los votos, pero en este caso con una distancia de diez puntos.

Segunda vuelta

Si nadie logra ese porcentaje de votos, se iría a la segunda vuelta, en la que solo participarían las fuerzas que hayan logrado un mínimo del 15 % de los sufragios. Tras esta segunda votación, se haría con la mayoría absoluta aquella lista que obtenga un mínimo del 40 % o la que saque siete puntos de ventaja a la segunda. El resto de los escaños se repartirían aplicando la ley d’Hondt entre los demás partidos en función de los porcentajes obtenidos en la primera vuelta. La nueva portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Dolors Montserrat, que sustituye a Rafael Hernando, presentó la propuesta y puso como ejemplo que, en un Ayuntamiento con 17 concejales, si una lista alcanza el 35 % y saca más de cinco puntos al siguiente partido, obtendría directamente 9 concejales, mientras que el resto (8) se repartiría entre las demás fuerzas políticas.