Un ideólogo frente al pragmatismo de Rajoy

Gonzalo Bareño Canosa
gonzalo bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Tarek | EFE

Los politólogos destacan que Casado es un líder con gran potencial, aunque tendrá que moderar su discurso

24 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un político con un enorme potencial y con marcado componente ideológico frente al pragmatismo que representaba Rajoy. Así es como ven los expertos la figura de Pablo Casado. «Por pertenencia a una nueva generación postransicional y por su bagaje ideológico, parece ser el hombre indicado para modernizar las estructuras del partido y sus modos de relacionarse con la sociedad», explica Carlos Barrera, profesor de Comunicación Electoral en la Universidad de Navarra. Rubén Rodríguez, socio de Mas Consulting, considera que el discurso de Casado muestra «el nacimiento de un líder joven, moderno y que empatiza con la base social del partido», mientras que Roger Senserrich, analista en Politikon, ve, sin embargo, a Casado como «una apuesta de alto riesgo, alta rentabilidad potencial». «Si sale bien, y resulta ser el genio de la política que dice, tiene mucho más recorrido que Santamaría. El riesgo de que no salga bien, sin embargo, es mayor», añade. Para el catedrático de Derecho Constitucional Roberto L. Blanco Valdés, la «potencia simbólica» de Casado es «extraordinaria» por el hecho de que «por primera vez el líder de la derecha es más joven que cualquier otro» y eso «juega a su favor en una sociedad como la española, que tiene auténtica obsesión por la juventud». Además, añade, Casado es «un gran orador» y tiene «una capacidad de transmitir potente». El consultor político Santiago Martínez estima que Casado supone «la recuperación del carisma sustentando en su persona, en su imagen y en su comunicación, su buena retórica y buena presencia ante los medios», algo que ayudará al PP a «vender una mejor imagen de regeneración».

Diferencias con Rajoy

En cuanto a las diferencias de proyecto respecto a Rajoy, Senserrich cree que Casado «se ha posicionado a la derecha» y el PP pasa de ser «una formación implícitamente de centroderecha, pero sin un programa ideológico explícito definido, a un partido abiertamente conservador». Martínez ve las figuras de Rajoy y Casado como «diametralmente opuestas», porque el nuevo líder «se basa mucho en el personalismo y en la recuperación de unos valores ideológicos de derecha» y «es consciente de la importancia de la presencia en medios y nuevas realidades en la comunicación y el márketing político».

Recupera la ilusión perdida

Barrera cree que Casado representa «la ilusión, una ilusión que el PP había perdido con Rajoy», y también «una mayor apuesta por valores reconocibles de un proyecto de centroderecha» que es «más ideológico frente al pragmatismo de Rajoy», opinión que comparte Rodríguez, que indica que con Casado el PP «dará la batalla de las ideas, como hicieron en su día Aznar y Esperanza Aguirre». «Rajoy no era un ideólogo, sino un hombre moderado y pragmático», señala Blanco, mientras que, a su juicio, Casado pretende «rearmar a la derecha con un discurso ideológico».

La batalla con Ciudadanos

Respecto a si podrá o no recuperar el voto fugado del PP hacia el partido de Albert Rivera, Martínez está convencido de que, «sin duda, recuperará muchos votos de Ciudadanos, inicialmente, por su perfil y por su discurso más claro y contundente con Cataluña. Pero este trasvase podría verse frenado por sus posicionamientos ideológicos extremadamente de derechas». Blanco Valdés cree que eso dependerá mucho de si Casado «mira hacia Vox o hacia Ciudadanos». «Si se empeña en hacer un discurso que haga girar al partido hacia la derecha le va a costar mucho trabajo recuperar el voto hacia Ciudadanos», dice Blanco, que consideraría «un error» que el nuevo líder del PP «se metiera ahora en el tema del aborto o de la eutanasia», porque lo que debería hacer es «bascular su política sobre dos grandes ejes, que son la política económica y la política territorial». «Para ganar el Congreso tenía que hacer un discurso como el que ha hecho, porque de otro modo no lo hubiera apoyado una conservadora como Cospedal. Pero no creo que haya ganado por girar a la derecha. Ahora, una vez que ha ganado, ya veremos a ver por dónde va», explica Blanco. Barrera estima que, además del voto a Ciudadanos, Casado debe recuperar «al abstencionista o al que podía pensar en opciones como Vox». «Desde luego, con él debe ser más fácil que con el continuismo que representaba la exvicepresidenta del Gobierno», sostiene. Senserrich opina que Albert Rivera «prefería a Casado antes que a Santamaría» porque «el caladero real de voto es en el centro», aunque cree que, una vez en la presidencia del PP, «deberá volver a competir por el centro, y es probable que gran parte de su discurso, con la excepción de su retórica sobre Cataluña, pase a un segundo plano».

Posibilidades de ganar

De cara a las posibilidades de ganar las elecciones, Martínez cree probable que el discurso de Casado le «ayude a recuperar la esencia del PP como partido de derecha, y a mantener a los populares como primera fuerza electoral, ya que el espectro de izquierda está más dividido y reñido, pero sin duda no le será posible lograr mayoría absoluta con un discurso tan extremo». Senserrich sostiene que es «demasiado temprano para decir si Casado era la mejor elección» porque es «alguien que en política no ha demostrado nada» y «no tiene experiencia de gestión, no ha controlado una organización tan complicada como un partido y no ha tomado decisiones sobre mensaje, programa o comunicación hasta ahora». «Tendemos a sobrevalorar la importancia de los candidatos, pero ser líder de un partido político es difícil y Casado tiene muy poca experiencia relevante en este aspecto», explica.

«No es un favor a Sánchez»

Blanco cree, sin embargo, que esa inexperiencia juega a su favor porque «no lo van a poder relacionar con los asuntos sucios del partido y la agenda judicial le va a afectar poco». «Yo no creo que con su elección el PP le haya hecho un gran favor a Sánchez», sostiene este analista. Barrera cree que «salir sin complejos parece una actitud valiente, que ha sido premiada» porque «se ha castigado la tibieza del Gobierno anterior», pero que «los votantes, que son los que dan las victorias electorales, son algo más que los militantes», aunque si «modula» su discurso, «Casado puede tener oportunidades de victoria».