La policía cifra en una treintena el número de etarras huidos

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La Comisaría de Información mantiene abiertas investigaciones en ocho países

08 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La lucha contra ETA no ha acabado. No, al menos, en las oficinas de la Comisaría General de Información del centro operativo de Canillas, en Madrid, el corazón del Cuerpo Nacional de Policía. Allí, en una de las paredes de las oficinas en las que se han gestado algunos de los más importantes golpes policiales que acabaron con la organización terrorista, luce un enorme mapa del mundo que se ha convertido en una suerte de recordatorio de que, aunque ETA se disolviera el pasado 3 de mayo, el trabajo policial está lejos de haber terminado.

Todavía quedan fotos por colgar. Exactamente 30. Esa es la cifra de requisitorias contra miembros de ETA todavía activas en julio en los archivos, según el último recuento de la Comisaría General de Información. Parcialmente, porque los servicios antiterroristas de la Policía, pese a saber exactamente el paradero de 27 de esos 30 prófugos, prefieren guardar silencio sobre las identidades de 18 de estos huidos porque las investigaciones sobre sus movimientos en el extranjero siguen activas y la esperanza de conseguir su entrega siempre sigue viva. Son 30 huidos en ocho países de tres continentes. 

Tres sin ubicar

Solo hay tres terroristas en fuga a los que los agentes no pueden ubicar. Las identidades de dos de ellos son secretas. El tercero es Josu Urrutikoetxea, Josu Ternera, el jefe etarra que terminó de disolver ETA la pasada primavera con la lectura del comunicado final.

Los dos agentes que tienen en sus manos los expedientes de los 30 fugados aseguran que los servicios antiterroristas no saben con certeza dónde está. «Creemos que en Europa, quizás en Francia o quizás en Alemania, pero nada seguro».

En la lista, aunque parezca increíble, hay un huido al que se sitúa en España y que por problemas legales no ha podido ser enviado a la cárcel. Su identidad, también secreta. Pero el top, sin duda, es Venezuela, donde la policía sitúa sin ningún género de dudas a 13 activistas con causas pendientes. La lista incluye a Arturo Cubillas, el etarra convertido ahora en un alto funcionario del Gobierno Bolivariano y al que Caracas se niega a extraditar desde que en el 2010 España lo acusó de organizar entrenamientos conjuntos de ETA y las FARC de Colombia. Iñaki de Juana Chaos, huido desde su puesta en libertad en el 2008 cuando fue acusado de un acto de enaltecimiento, también está bajo la protección del Gobierno de Nicolás Maduro.

El caso de Venezuela es «sangrante» para los investigadores, que aseguran que es el único país que se niega de manera abierta a colaborar.