María Dolores de Cospedal: «A unos se nos ha visto más defendiendo al partido en las situaciones complicadas»

Nuria vega / Ramón Gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Ismael Herrero | EFE

«Sé ganar elecciones y he demostrado que pongo al partido por encima de mi interés personal», dice la aspirante

23 jun 2018 . Actualizado a las 09:34 h.

María Dolores de Cospedal (Madrid, 13 de diciembre de 1965) opta al liderazgo del PP como una mujer de partido que se ha testado en las urnas. Asegura que la sucesión no siempre estuvo en su cabeza y que se decidió a dar el paso el día en el que Alberto Núñez Feijoo optó por continuar en Galicia y, por ello, pensó no competir por la presidencia del Partido Popular.

-¿Había hablado ya usted entonces con los barones del partido para sondear sus apoyos?

-Sí, había hablado con todos y me creé la opinión de que podía haber una candidatura de una cierta unidad. Aunque igual, vistos los acontecimientos y la cantidad de candidaturas que se han presentado, no era verdad. Pero yo tenía esa idea y así se lo trasladé a él (a Núñez Feijoo). Cuando decidió por sus razones, que comprendo perfectamente, que no iba a dar el paso, entendí que tenía que hacerlo yo.

-Usted ha tocado la puerta de Galicia para pedir el apoyo de este territorio.

-Como es lógico, eso lo hemos hecho todos en todas las comunidades.

-Pero sus diez años al frente de la secretaría general le han ayudado a tejer una red de respaldos. ¿Esa podría ser ahora su principal baza?

-No sé si baza o no baza. Con toda humildad, creo que lo que aporto es experiencia de partido desde las bases. Esto no es un tema de tramas. Yo no tengo camarillas. Tengo muchos compañeros de partido en toda España, muchos amigos. No he querido tensionar a nadie ni poner a nadie en aprietos. Eso no lo voy a hacer. La gente que me conoce lo sabe.

-¿Y cree que haber representado a la dirección le puede restar y que los militantes podrían apostar por alguien ajeno al aparato?

-Yo he sido la secretaria general. Otra candidata [Soraya Sáenz de Santamaría] ha sido secretaria de Libertades Públicas del PP, portavoz en el Congreso, vicepresidenta del Gobierno y miembro del comité ejecutivo. Otro candidato [Pablo Casado] es vicesecretario de Comunicación. Hay otro candidato [José Ramón García-Hernández] que es secretario de Relaciones Internacionales. No sé. Como dice el chiste, defíname usted aparato. Lo que pasa es que a unos se nos ha visto más defendiendo al partido y hablando en nombre del partido cuando las situaciones eran más complicadas y a otros menos. Quizá por la posición que tenía.

-¿Quién se «esconde» en el PP cuando surgen casos de corrupción?

-Bueno, hablo de mí. He hecho lo que creía que tenía que hacer y lo que me obligaba mi condición de secretaria general. He luchado y me he opuesto a personas que nos han hecho mucho daño. Me he enfrentado en los tribunales y he ganado. Claro, cuando das la cara, te la rompen. Tampoco pasa nada, también tus compañeros valoran que haya gente que sepa defenderlos. Creo que eso es importante, porque quien es leal a un proyecto, a las personas, a unas ideas, es leal siempre. Y quien no lo es, no lo es nunca.

-¿Son reproches velados a Sáenz de Santamaría?

-No, no, somos siete candidatos.

-¿Y no piensa en nadie cuando dice eso?

-No, no, es que yo no voy a hablar ni bien ni mal de nadie en esta campaña, porque no lo he hecho nunca.

-Lo de la «guerra de las Dos Rosas», ¿es entonces una fantasía?

-¡Eso no lo había oído yo!

-José Manuel García-Margallo.

-Bueno, más allá de un cierto tinte machista, que lo tiene, yo no tengo más problema por eso. Cuando se sabe cómo tiene que funcionar un partido político para ganar elecciones, se sabe que el 20 de julio quien salga tiene que tener el partido como una piña y dispuesto a trabajar. Y, precisamente por eso, no puedo colaborar de ninguna manera en que haya fracturas, desuniones, brechas que no se puedan cerrar.

-Lo de su mala relación con Sáenz de Santamaría, ¿es una leyenda urbana?

-Tiene mucho de leyenda urbana y tiene mucho que ver con el hecho de que las dos seamos mujeres. Mi relación con Soraya siempre ha sido una relación correcta, nos conocemos desde hace muchísimos años. Cuando Mariano Rajoy la puso de portavoz en el Congreso, la apoyé sin fisuras. Y desde entonces siempre lo he hecho y no tienes por qué ser amigo íntimo. Ese enfrentamiento, que se fomenta por los medios, a mí como mujer, me molesta.

-La exvicepresidenta se ha apoyado en las encuestas para presentarse como un buen cartel electoral. ¿Puede ser determinante para ganarse a la militancia?

-Bueno, estoy acostumbrada en política a hablar de realidades más que de hipótesis. Me parece que todos los candidatos tienen mucho que ofrecer, pero todos no pueden ofrecer haber ganado elecciones como cabeza de lista.

-¿Con qué fortalezas cuenta respecto a sus adversarios?

-Defiendo los valores que ha encarnado siempre el PP, sé ganar elecciones y también tengo demostrado que pongo al partido siempre por encima de mi interés personal, aun a costa de mi propio perjuicio.

-¿Es partidaria de que el congreso respete en la votación final al candidato que haya elegido la militancia?

-El congreso tiene que respetar los estatutos y las reglas del congreso.

-Es decir, ¿que el voto de los delegados podría ser distinto al de la militancia?

-Puede ser distinto, pero vamos a ver, hay algo que no se cuenta y es que los delegados son elegidos por los militantes. Esto de que ahora haya gente que se quiera saltar las reglas que hemos aprobado todos en el último congreso, me parece increíble.

-Entonces, ¿cabe la hipótesis de que el voto del 5 de julio pueda ser corregido?

-Claro que puede pasar porque en democracia puede pasar de todo.

-Sería extraño, ¿no?

-No tiene por qué, porque al congreso solo van a pasar dos candidaturas. Entonces habrá gente que haya votado a candidatos que no pasan y que pueda cambiar el voto. Como en todos los sistemas de dos vueltas.

«La que más ha luchado por la regeneración y contra la corrupción en el partido he sido yo»

Cospedal abre hoy su campaña en Cataluña, donde el PP ha sufrido un severo retroceso electoral.

-¿El Gobierno ha hecho algo mal para que eso sea así?

-No, el Gobierno del PP hizo lo que pudo, pero obviamente no hemos sabido trasladar nuestro mensaje a los catalanes.

-¿Qué falló?

-Esto no es reciente, ya viene de antes. Nosotros hemos aplicado el 155, lo hizo Mariano Rajoy cuando él pensaba que lo tenía que hacer para ir con Ciudadanos y con el PSOE, que no querían el 155, y se aplicó un 155 que a muchos no nos gustaba. Pero Mariano Rajoy optó por la unidad y seguramente era la opción más válida o más viable desde el punto de vista internacional. Pero a muchos nos habría gustado otra forma de aplicar el 155. Esa es la pura verdad.

-¿Más severa o más amplia?

-Más amplia o haberlo aplicado con anterioridad. Pero, claro, antes estábamos solos.

-¿En qué se habría diferenciado un Gobierno de Cospedal?

-Ya, pero es que un Gobierno de María Dolores de Cospedal no hubiera sido hace siete años. Creo que en el tema de Cataluña, posiblemente habría actuado de otra manera. Pero, también tengo que decir, pertenezco a un partido y tengo que ser solidaria con lo que ha hecho el Gobierno de mi partido.

-¿Y en materia de corrupción se podría haber actuado de otra manera?

-Hombre, esto se podría haber hecho visto después. Cuando, de pronto, conoces un escándalo del que no tenías idea, el shock primero fue tremendo. No das crédito.

-Le ha perseguido lo de la «indemnización en diferido» a Luis Bárcenas. ¿Se arrepiente de aquella comparecencia?

-Me sorprende mucho que siempre se saque una declaración y nunca que tres jueces reconocieron que esa persona no estaba contratada y que, por lo tanto, era una indemnización que se pagaba con posterioridad. Interesa menos recordar que yo le puse una querella a esta persona, que la he ganado hasta en el Tribunal Constitucional, que tengo puestas otras dos y que esta persona no puede hablar de mí por disposición judicial.

-Habiendo sido mano derecha de Rajoy en Génova, ¿cree que puede ofrecer al partido la regeneración que necesita?

-Creo que hay algo que nadie me puede discutir. La que más ha luchado en el partido por la regeneración y contra la corrupción en el partido he sido yo.