La cárcel de Brieva, una prisión para mujeres que popularizó Luis Roldán

Olga Suárez Chamorro
Olga Suárez REDACCIÓN

ESPAÑA

Cárcel de Brieva, en Ávila
Cárcel de Brieva, en Ávila RAÚL SANCHIDRIÁN | EFE

Iñaki Urdangarin se instalará en el módulo de hombres de este centro penitenciario, que está vacío desde que saliera el exdirector de la Guardia Civil, condenado también por corrupción

18 jun 2018 . Actualizado a las 14:33 h.

Iñaki Urdangarin va a cumplir condena rodeado de mujeres. El marido de la infanta Cristina ha elegido el centro penitenciario de Brieva, en Ávila, para pasar los cinco años y diez meses de prisión que le impuso el Tribunal Supremo por varios delitos de corrupción en el caso Nóos.

Se trata de un centro penitenciario que el año que viene cumple 30 años y que se encuentra a solo diez minutos en coche de la capital abulense. Está además a hora y media tanto de Madrid como de Valladolid, las dos ciudades con aeropuerto más cercanas, desde las que podrían llegar sus hijos y su mujer si mantienen su residencia en Ginebra.

La prisión de Brieva, en una imagen de Google Streetview
La prisión de Brieva, en una imagen de Google Streetview

La cárcel de Brieva cuenta con 162 celdas y otras 18 complementarias, en una estructura que recuerda más a una pequeña urbanización de adosados que a una residencia de reclusos, y que se ubica en una parcela aislada de la localidad, que ocupa 98.484 metros cuadrados. Cuenta con un módulo de hombres, que está vacío desde que lo ocupara el exdirector de la Guardia CIvil, Luis Roldán, condenado a 31 años por malversación, estafa, cohecho y delito fiscal.  

Pero Urdangarin y Roldán no son los únicos inquilinos célebres en la historia de este penal. También cumplió allí condena la etarra Idoia López Riaño, la Tigresa, acusada de cometer 23 asesinatos, la exedil socialista de Ávila, Isabel García Marcos, condenada por el caso Malaya o la terrorista islamista Samira Yerou, conocida como la madre yihadista, que murió en su celda.

Trámites de ingreso

Ahora, Urdangarin tiene que pasar por todos los trámites del primer ingreso. Se le hace una ficha y es reconocido por el servicio médico, además de ser entrevistado por un equipo multidisciplinar formado por trabajadores sociales y psicólogos que le evalúan.

Lo habitual es que el preso pase la primera noche en el módulo de ingresos y después se le traslade al más adecuado. Probablemente, y dadas sus características, al conocido como «de respeto», donde el interno, al que se clasifica en segundo grado, acepta unas normas de comportamiento e higiene y de organización de la vida diaria en esa instalación. No podrá pedir un permiso hasta que no cumpla una cuarta parte de la condena.

No obstante, una vez certificado el ingreso, la prisión puede analizar si la cárcel que ha elegido Urdangarin es la más apropiada y, acogiéndose al artículo 75 del Reglamento Penitenciario, Instituciones Penitenciarias puede decidir cambiarle si considera que la escogida por el condenado no es la idónea para salvaguardar la seguridad del interno o el buen orden del centro.

Una vez instalado, el exduque de Palma tendrá derecho a trabajo y formación dentro de la cárcel, y tendrá la obligación de realizar «las prestaciones personales necesarias para el mantenimiento del buen orden, la limpieza y el higiene», tal y como explican fuentes penitenciarias.