José Borrell, ministro de Exteriores del Gobierno de Pedro Sánchez

Agencias

ESPAÑA

ATLAS

Azote del independentismo catalán, fue uno de los principales apoyos del nuevo jefe del Ejecutivo en las primarias de hace un año

04 jun 2018 . Actualizado a las 19:26 h.

El año pasado, José Borrell rechazó ir de número 3 en las listas del PSC a la provincia de Barcelona para las autonómicas del 21 de diciembre porque daba por cerrada su etapa como político en activo. Esta semana, regresará a la Moncloa. El político catalán, nacido en 1947 en Pobla de Segur (Lérida), acaba de aceptar la propuesta de Pedro Sánchez para ser el nuevo titular de la cartera de Asuntos Exteriores.

Ingeniero aeronáutico y doctor en Ciencias Económicas, Borrell fue ministro de Obras Públicas con Felipe González. En 1999 renunció a la candidatura a presidente del Gobierno que ganó en primarias a Joaquín Almunia,  y entre el 2004 y el 2007 ocupó el cargo de presidente del Parlamento Europeo

En el 2015, coincidiendo con las elecciones catalanas, publicó junto con Joan Llorach el libro Las cuentas y los cuentos de la independencia, alzándose como una de las voces más críticas con el desafío secesionista. A finales del año pasado, en los meses de más tensión, recuperó la presencia mediática a raíz de dos intervenciones en las manifestaciones de Barcelona convocadas por Sociedad Civil Catalana. Ambas fueron especialmente elogiadas en el ámbito constitucionalista.

Los esfuerzos de Borrell por contrarrestar los argumentos del secesionismo han recibido con frecuencia los elogios del exministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, firme defensor de la necesidad de confrontar el relato independentista frente a la postura mayoritaria del Gobierno de Mariano Rajoy, inclinado por la espera. En su aclamada intervención durante la movilización tras el 1-O, el nuevo titular de la cartera pidió no hacer boicot a los productos catalanes, reprochó a las empresas no haber anunciado antes el cambio de su sede social y arremetió contra el entonces conseller de la Presidencia de la Generalitat, Jordi Turull, por referirse a los catalanes que estaban en contra del referendo como «súbditos». Sus palabras coparon todos los telediarios. «No sois súbditos, y estáis hoy aquí y habéis venido tantos precisamente para decir que sois tan ciudadanos de Cataluña como ellos», les arengó Borrell a los manifestantes.

Josep Borrell ha trabajado también para la empresa privada: en CEPSA siete años; en el Consejo de Administración de Abengoa, desde el 2009. En el 2010 se convirtió en presidente de su consejo asesor internacional. Precisamente fue esta condición la que le llevó a declarar como testigo ante la Audiencia Nacional que investigó las indemnizaciones millonarias adjudicadas poco antes de que la compañía presentara el preconcurso de acreedores. Borrell no llegó a ser imputado.

Experto en asuntos europeos

Quique García | efe

Durante su carrera política, el catalán estuvo muy implicado en los asuntos europeos. Negoció y administró fondos de cohesión y estructurales, presidió varios consejos de ministros europeos en las presidencias españolas de la UE de los años 1989 y 1995, y durante una década representó a España en las reuniones de los ministros europeos de Transporte, Telecomunicaciones y Medio Ambiente. Además, fue miembro de la Convención que preparó la nonata Constitución europea, participando activamente en los trabajos sobre gobierno económico, la Europa social, la política exterior y de defensa, entre otros.

Puigdemont: Borrell ha contribuido al «odio» contra Cataluña

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont no ha tardado en criticar este lunes la confianza de Pedro Sánchez en el político catalán de 71 años. Le considera un perfil «de otro tiempo que se ha significado en la escalada de odio» contra Cataluña

«¿Este es el gesto que tenían pensado para enviarnos un mensaje fraternal de desescalada?», ha reflexionado el expresident a través de Twitter, donde además ha cargado contra «los apologetas que, satisfechos y pomposos», habían vaticinado que la llegada de Sánchez abría un tiempo nuevo. En su opinión, el nombramiento de Borrell va en el signo contrario.