Pablo Iglesias gana la consulta, pero con el voto de castigo de un tercio de las bases

M. E. Alonso MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Javier Lizón | Efe

El líder de Podemos dice que toma nota del rechazo provocado por la compra del chalé

28 may 2018 . Actualizado a las 10:27 h.

«Mi obligación es seguir al frente de Podemos». Pablo Iglesias e Irene Montero continuarán a los mandos del partido tras obtener, sin sorpresas, el aval de la militancia, aunque con un voto de castigo significativo y el menor apoyo porcentual en las consultas celebradas hasta ahora. Las bases moradas respaldaron con un 68,42 % de los votos a favor la continuidad de ambos como secretario general y portavoz parlamentaria. La participación batió el récord de las consultas, ya que superó en 30.000 votantes a la de la Asamblea de Vistalegre II.

Iglesias considera que el apoyo que ha recibido de sus bases ha sido una respuesta «contundente» que le «obliga a seguir» con «toda la ilusión» y «más madurez» al frente del partido. Esa es la interpretación que ha hecho en el programa La Cafetera de Radiocable, en la que ha afimado que quienes criticaron el sentido de esta consulta, como los representantes de la corriente Anticapitalista, «se equivocaron» porque su éxito queda avalado por haber logrado el porcentaje más alto de participación en la historia de Podemos.

Hasta 128.300 votantes apoyaron su continuidad frente a los 59.224 participantes (31,58 %) que consideraron que deberían irse por la compra del chalé de 600.000 euros en la sierra de Madrid. Esa es, a juicio de los disconformes, razón suficiente para que dejen sus actas de diputados y dimitan como máximo responsable del partido y de la portavocía parlamentaria. En blanco han votado 652 personas (0,35%), según reveló este domingo el secretario de organización, Pablo Echenique.

Un anuncio anticipado, porque la dirección de Podemos tenía previsto dar los datos hoy después de la reunión de la ejecutiva. La consulta, que ambos promovieron hace una semana por la polémica abierta tras la adquisición de su vivienda, finalizó al mediodía de este domingo y contó con la mayor participación en un procedimiento interno. Iglesias ya avanzó el pasado miércoles que Montero y él también enfilarían la puerta de salida si la participación no alcanzaba un nivel mínimo. En aquel momento, la dirección de Podemos ya sabía con los primeros datos de la votación que la consulta virtual sería un éxito.

«Una afluencia baja -dijo- sería un fracaso y nos obligaría a dimitir y una participación alta sería un éxito, independientemente de si los inscritos nos dicen que sigamos o que renunciemos». Aunque no fijó el porcentaje para medir qué era alto y qué era bajo, el líder de Podemos puso como condición que la participación fuese similar a la de Vistalegre II, donde fue ratificado como secretario general frente al entonces número dos, Íñigo Errejón. La demanda del líder la han satisfecho con creces los militantes. En total, 188.176 inscritos participaron en la consulta, más que los 155.000 inscritos que lo hicieron en Vistalegre II. La consulta habrá sido un éxito de participación, pero no de apoyo al secretario general. Un 68 % le han dado su respaldo, pero en la asamblea de hace año y medio fue de casi el 90 %, es decir algo más de 21 puntos menos.

Mensaje

En un mensaje en Facebook, Iglesias quiso agradecer la movilización y el apoyo recibido, pero al mismo tiempo dijo «tomar nota» de los votos negativos. «Mi obligación es representar dignamente tanto al 70 % que me apoya como al 30 % que querría otro secretario general», recalcó. Uno de cada tres inscritos se mostró en desacuerdo con la adquisición del chalé con sus más de 250 metros cuadrados levantados en una parcela de 2.000 con piscina y casa de invitados. «Hemos respondido -añadió- dando la cara y asumiendo la rendición de cuentas permanente como mecanismo democrático».

Con este apoyo de la militancia, Iglesias espera acallar las críticas internas por la compra de la vivienda. La noticia saltó hace un par de semanas y se dispararon todas las alarmas domésticas y abonaron los reproches externos. Solo los más afines, Echenique o Juan Carlos Monedero, defendieron la decisión. La mayoría de los pablistas optaron por el silencio, al igual que los errejonistas. Los anticapitalistas, en particular el alcalde de Cádiz, José María González, Kichi, no dudaron en reprochar su comportamiento. «Hay que vivir como gente corriente para poder representarla», escribió el regidor gaditano. La polémica surgió en un momento delicado para Podemos, que acababa de superar las crisis por las primarias en Madrid y la supuesta conspiración de Carolina Bescansa para acabar con el liderazgo de Iglesias.

Unidas Podemos- Izquierda Unida- Equo, marca propuesta para las elecciones

Con la seña característica de Montero, traspasando el lenguaje inclusivo para generalizar en su discurso el femenino, la ejecutiva de lo que hoy es Unidos Podemos propone como marca electoral para los próximos comicios Unidas Podemos-Izquierda Unida-Equo. Así se denominaría la coalición que lidera Pablo Iglesias con la formación de Alberto Garzón y de los ecologistas, según figura en el protocolo «abierto» que la dirección de Podemos aprobó anteayer para «ordenar los procesos para conformar las confluencias de cara a los comicios municipales, autonómicos y europeos del próximo año», aseguraron a Efe fuentes de Izquierda Unida. Ese documento incorpora también las «bases reglamentarias» para construir las alianzas con las demás fuerzas.

La marca electoral sufrirá pequeñas variaciones en el caso de las elecciones europeas y las municipales. Así, en los comicios para elegir el Parlamento Europeo, el nombre acordado es Unidas Podemos Cambiar Europa. Decidir el nombre del partido que figurará en las papeletas para las elecciones locales será más complejo y tendrá en cuenta elementos como los «indicadores de militancia» en cada localidad para decidir en qué municipios se presentará y en cuáles no, garantizando que todas las candidaturas «estén a la altura de lo que merecen los vecinos», añadieron las fuentes antes citadas.

Allí donde exista una marca consolidada, como Barcelona en Comú o Ahora Madrid, se respetarán. En Cataluña y Galicia, la marca electoral será fruto del acuerdo con sus socios en esos territorios.