La iniciativa de Sánchez genera dudas entre los barones

Paula de las heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

GONZALO ARROYO | Afp

Los socialistas temen a que una imagen de connivencia con el separatismo los hunda electoralmente

27 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«No tenemos claro que esta operación nos vaya a beneficiar electoralmente», sostiene uno de los líderes territoriales del PSOE que el jueves dieron su apoyo a Pedro Sánchez para presentar la moción de censura. En la dirección del principal partido de la oposición son conscientes de que el hecho de necesitar a las fuerzas independentistas para expulsar al PP de la Moncloa y tomar las riendas del Gobierno puede hacer mella en su electorado a apenas un año de las elecciones autonómicas y municipales, pero alegan que es un riesgo que hay que asumir y para el que tienen respuesta. Sánchez pretende hacer responsable a Ciudadanos de que la única vía para sacar de las instituciones a un partido que, según la Justicia, se benefició de una trama corrupta sea contar con los votos de quienes pretenden romper España. Y trató de levantar un «cortafuegos», en palabras de uno de sus asesores, para evitar que se le pueda acusar de connivencia con el separatismo. Lo hizo cuando advirtió que, en una democracia parlamentaria, no se puede impedir a nadie que vote lo que considere oportuno; recordó que la presidenta de la Cámara Baja, la popular Ana Pastor, salió elegida con el respaldo (nunca reconocido) de diputados secesionistas y avisó de que su intención es «cumplir y hacer cumplir la Constitución».

En los próximos días hará aún más hincapié en esa idea y mantendrá la beligerancia contra el secesionismo xenófobo del nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra. Gracias a ello, incluso los barones de los territorios más jacobinos creen conjurado el peligro de que los votantes les recriminen su actuación. «Lo que no nos habrían perdonado es que no hiciéramos nada», dice un veterano. Pero eso no quiere decir que respiren tranquilos. Una cosa es contar con quien sea necesario para echar a Rajoy y otra mantenerse en el Gobierno con según qué compañeros de viaje.

El hecho de que Sánchez anunciara su intención de dirigir las riendas del país durante un tiempo indeterminado si gana la moción, en lugar de limitarse a convocar elecciones, sí inquieta a una parte del partido. «Nadie te va a dar el Gobierno gratis», apunta un dirigente autonómico.

Otros van más allá y avisan de que cualquier opción de moción que no se apoye simplemente en Ciudadanos y Podemos tendrá graves consecuencias en las urnas. Creen que Sánchez se equivocó en su comparecencia del viernes al no limitarse a apelar al carácter «ético» de su iniciativa y que debió centrarse en las apelaciones al líder de la formación liberal. «Si la gente interpreta que estamos con los independentistas y no con Rivera ya puede venir Pedro a coger las llaves de los territorios, porque si das a elegir entre Constitución y corrupción, se quedan con la Constitución», dicen.

Los fieles de Sánchez insisten en que no hay razones para temer nada. Por un lado apuntan que el éxito de la moción no está garantizado y por otro que, aun fracasando, haber tomado la iniciativa es positivo.