El Gobierno advierte a Torra que tomará medidas si nombra consejeros a presos

Francisco Balado Fontenla
fran balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Alberto Estévez

Sánchez movilizará al socialismo europeo contra el «Le Pen de la política española»

19 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno insiste en que no puede actuar antes de que se cometan ilegalidades y que no le gusta pronunciarse sobre escenarios futuros que podrían no llegar a producirse, pero ayer dejó claro que cuenta con un plan para responder ante el hipotético nombramiento de alguno de los presos independentistas como consejeros del nuevo Ejecutivo catalán que lidera Quim Torra. Como es habitual, no ofreció pistas sobre en qué consistiría esta respuesta, pero el portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, recordó a la conclusión del Consejo de Ministros que el Gobierno del que forma parte ya impidió que el expresidente catalán Carles Puigdemont pudiese someterse a una sesión de investidura de forma telemática gracias a un recurso presentado ante el Tribunal Constitucional, por lo que la fórmula empleada podría volver a ser semejante. Como en aquella ocasión, el Gobierno cree que debe imperar «el sentido común», algo que choca con la imagen de un consejero dentro de prisión: «Factualmente no es posible», argumentó el ministro portavoz. 

Visita a las cárceles

A comienzos de la próxima semana, probablemente el lunes, Quim Torra visitará los centros penitenciarios en los que se distribuyen los independentistas encarcelados por su participación en el desafío secesionista y no se descarta que alguno de ellos intente tomar posesión del cargo. Ante esta tesitura, Méndez de Vigo invitó al nuevo presidente de la Generalitat a la «reflexión» para que abandone esa actitud «de aumentar las tensiones». Asimismo, volvió a ofrecerle su predisposición «al diálogo dentro de la ley, pero solo dentro de la ley», recalcó.

Por otra parte, Méndez de Vigo admitió que el Gobierno estudia la petición del secretario general socialista, Pedro Sánchez, para legislar de cara a que los altos cargos que vayan a formar parte de un Gobierno tengan la obligación de acatar la Constitución durante su toma de posesión, algo que Quim Torra no realizó cuando se hizo oficialmente con las riendas de la Generalitat. «Lo vamos a estudiar. Tendría que ser una norma con rango de ley para todo el territorio nacional», comentó el portavoz del Ejecutivo, garantizando que buscarían el mayor consenso posible.

Tal y como viene insistiendo Rajoy a lo largo de los últimos días, el Gobierno considera fundamental la unidad con el resto de fuerzas constitucionalistas. De cara a lograrla, el titular del Ejecutivo recibió a lo largo de esta semana en Moncloa a Pedro Sánchez y a Albert Rivera, y en los próximos días llegará el turno de Pablo Iglesias, todavía sin concretar. La visita del secretario general de Podemos parece un trámite, ya que está condenada al fracaso. La de Rivera fue tensa y tan solo sirvió para un acuerdo de mínimos. Sin embargo, la sintonía entre el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición con el tema catalán es fantástica; hasta el punto que últimamente es el propio Sánchez el que ataca con mayor voracidad al secesionismo. 

Sánchez, contra el Le Pen español

Ayer, en un acto en Mérida, Pedro Sánchez comparó a Quim Torra con la gran líder de la ultraderecha francesa: «No es ni más ni menos que el Le Pen de la política española», denunció, aludiendo a «la xenofobia y el racismo» que comparten ambos dirigentes en sus discursos.

El líder socialista señaló que el nuevo presidente de la Generalitat encarna «todo lo contrario a los valores constitucionales y europeos», y que «los socialdemócratas», con su partido al frente, se ubicarán en primera línea para frenar el avance de estos planteamientos que promueve Torra en sus escritos, como «la exclusión en función de caracteres etnicistas», señaló.

Propietario de cinco viviendas y con 165.000 euros en el banco, aún debe 12.000 del coche

Quim Torra, nacido en 1962, no llega al Palau de la Generalitat con una mano delante y otra detrás. En la declaración de bienes que ha realizado en la Cámara catalana como diputado de Junts per Catalunya se dice que es propietario de cinco viviendas y una finca rústica. Tres de las casas y la finca las heredó en el 2017, y las otras dos viviendas las compró al 50 % en 1990 y en el 2015. Además, ha declarado tener una saneada situación financiera sin deudas y con 165.000 euros en cuentas corrientes y depósitos bancarios, además de planes de pensiones por un valor total de 90.000 euros.

Asimismo, es propietario de la editorial Acontravent Editors, que fundó en el 2008 con la intención e recuperar textos de los clásicos del periodismo catalán del siglo pasado. También tiene un Opel Mokka comprado hace dos años y del que aún debe 12.000 euros.