Dastis niega que haya tensión con Alemania por la decisión judicial sobre Puigdemont

Ander azpiroz MADRID / COLPISA

ESPAÑA

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JxC y la ANC vuelven a poner sobre la mesa la candidatura del expresidente el día que Jordi Sànchez acepta ser investido

09 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, rechazó ayer fomentar el «historial de tensión» con Alemania tras la decisión judicial en ese país sobre el expresidente catalán Carles Puigdemont, y ha insistido en la necesidad de «despolitizar» el asunto. Dastis ha subrayado que el interés del Gobierno español es «despolitizar» esta cuestión y, por tanto, no seguir alimentando ningún «historial de tensión». «Es un diálogo entre jueces y en eso lo vamos a dejar», ha recalcado.

Entretanto, el independentismo no quiere salir del bucle en el que se ha metido a cuenta de la investidura. Las fuerzas secesionistas tienen mayoría en el Parlamento catalán, pero cuatro meses después de las elecciones autonómicas sigue sin haber gobierno de la Generalitat y el artículo 155 de la Constitución se mantiene en vigor para disgusto tanto del Gobierno central como de los secesionistas. Esta semana se producirá el enésimo intento de elegir presidente. Jordi Sànchez aceptó ayer volver a someterse a una investidura que está condenada al fracaso si, de nuevo, el juez Pablo Llarena le deniega el permiso para salir de la cárcel y asistir a la sesión parlamentaria. «En plenitud de mis derechos políticos, acepto la responsabilidad», anunció el expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) a través de las redes sociales.

Elsa Artadi echó ayer más leña al fuego al destacar que Junts per Catalunya no renuncia a proponer a Carles Puigdemont para la Presidencia. La ANC también es partidaria de insistir con el expresidente. Según señaló en un comunicado, además de legítima «esta investidura es la que internacionaliza mejor la causa y refleja mejor el sentimiento mayoritario del electorado independentista». Pero el hacer presidente a Puigdemont vuelve a chocar con la necesidad de que el candidato esté presente en la votación, algo que, en opinión de Artadi, se remediará si el Parlamento catalán saca adelante una reforma de la Ley de Presidencia para habilitar una elección a distancia.

Tacticismo

Más que nombrar un presidente de la Generalitat todo apunta a que desde el soberanismo, y muy de modo especial desde Junts per Catalunya, se está usando el vacío de gobierno como estrategia. En el caso de la nueva investidura del expresidente de la ANC, el objetivo es presionar a Llarena y la Justicia con la resolución del Comité de Derechos Humanos de la ONU que ha instado a España a «tomar todas las medidas necesarias para garantizar que Jordi Sànchez pueda ejercer sus derechos políticos». El impedir en contra del criterio de las Naciones Unidas la investidura de Sànchez hará ganar simpatías al independentismo en la esfera internacional, se piensa en Junts per Catalunya. «Si Llarena no permite la investidura, nos refuerza», confesó sin rubor Artadi.