Podemos se lanza ya a la campaña electoral ante 3.000 militantes

ANDER AZPIROZ MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Víctor Lerena | efe

Vuelve a recurrir a los mensajes del 15M e Iglesias insta al PSOE a decidirse ya para echar al PP del poder entre ambos

08 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Pablo Iglesias en estado puro. El secretario general de Podemos esgrimió su discurso más reivindicativo para inaugurar ayer la temporada de mítines y actos que terminarán con la celebración de las elecciones europeas, autonómicas y municipales del 26 de mayo del año próximo, unos comicios en los que su partido se juega buena parte de lo logrado hasta ahora. Un ascenso en votos o incluso el mantenerse demostraría que los morados no son flor de un día y que su flamante irrupción en la política nacional fue para quedarse. Un mal resultado, en cambio, confirmaría los malos augurios de las encuestas, según las cuales el efecto Podemos estaría agotado o necesitado de una reformulación en profundidad.

Iglesias se aplicó a fondo para levantar los ánimos a sus bases en el mitin que pronunció en la Facultad de Historia de la Universidad Complutense (Madrid). Defendió los valores de un Podemos nacido al calor del 15M y que logró canalizar el malestar de una población desengañada de la crisis política. De hecho, en el manifiesto que Pablo Echenique leyó tras el encuentro con la militancia, al que asistieron unas 3.000 personas, figuraban buena parte de las reivindicaciones que se clamaron durante la ocupación de la madrileña Puerta del Sol: derecho a la sanidad pública, a las pensiones dignas, a la vivienda asequible, a una España sin pobreza... La forma de hacer realidad cada uno de estos objetivos, insistió el líder de Podemos, es echar al PP del poder. Y para lograrlo son necesarias las alianzas. La primera con el PSOE, al que dijo seguir esperando con los brazos abiertos para presentar una moción de censura con Pedro Sánchez como candidato. Pero el líder socialista, que sí apoya una iniciativa como esta en Madrid, mantiene su rechazo a depender de unas fuerzas independentistas que ya han avanzado que podrían apoyarle con tal de jugársela a Mariano Rajoy. A los socialistas, Iglesias les pidió que se aclaren. «Nuestros adversarios son el PP y su muleta naranja, pero mientras el PSOE se decide, vamos a seguir trabajando para cambiar las cosas».

Los otros socios imprescindibles en el camino a la Moncloa son las confluencias. El secretario general se deshizo en elogios hacia todas ellas, pero se detuvo especialmente en Izquierda Unida. Ayer, dio las gracias a «la izquierda de la dignidad que mantuvo alta la bandera incluso en los momentos más difíciles». En los próximos meses, Podemos e IU deberán renegociar una coalición en la que la formación que dirige Alberto Garzón exige una mayor cuota de poder interno, algo en lo que Iglesias está dispuesto a mostrarse generoso, pero solo hasta cierto punto. Él es el líder de Unidos Podemos y eso es algo que deberán aceptar Garzón y los suyos.

Objetivos

En el 2015, Podemos renunció a entrar en los ejecutivos autonómicos socialistas. En el 2019, las aspiraciones son mayores. El objetivo, explicó Iglesias, es gobernar el mayor número de comunidades, entre las que Madrid está subrayada en rojo. En las municipales, el propósito es aumentar el número de los bautizados como los ayuntamientos del cambio.