Centenares de personas piden en Berlín la liberación del expresidente

Patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

ESPAÑA

OMER MESSINGER | EFE

A la espera de una decisión de la Justicia alemana sobre su extradición, a Carles Puigdemont el apoyo le llegaba ayer desde las calles

02 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A la espera de una decisión de la Justicia alemana sobre su extradición, a Carles Puigdemont el apoyo le llegaba ayer desde las calles de Berlín, donde se congregaron ante la emblemática puerta de Brandemburgo entre 200 y 300 personas, según informó la policía, para pedir su liberación.

Entre los manifestantes estaban los diputados de Junts per Catalunya Aurora Madaula y Quim Torra. Fue una protesta convocada por la entidad civil separatista Asamblea Nacional Catalana en la que no faltaron las banderas independentistas y las pancartas que, escritas en alemán, lanzaban con mensajes como «Libertad para los presos políticos».

Mientras Puigdemont terminaba de pasar la Semana Santa en la prisión de Neumünster, el equipo que gestiona su perfil en las redes sociales difundía mensajes de aliento de su parte para el pueblo catalán. «Seis meses después del 1 de octubre, los miembros de la Generalitat somos presos políticos, pero libres de espíritu», se podía leer ayer en Twitter.

Misma línea, otros ritmos

El líder independentista aprovechó la fecha para destacar que la jornada «de dignidad popular y barbarie policial que supuso el 1-O fue el inicio de una nueva era de la que no hay retorno posible».

Puigdemont, que fue detenido el 25 de marzo cuando cruzaba la frontera entre Dinamarca y Alemania, debe esperar ahora a que la Justicia germana decida sobre la orden europea de arresto y entrega que han emitido sobre él las autoridades españolas. Aunque el primer paso le corresponde darlo a la Fiscalía general de Schleswig-Holstein, encargada de presentar un escrito en el que explique si se cumplen o no los requisitos para efectuar la extradición, la decisión final está en manos de la Audiencia Provincial de ese estado federado, que tiene de plazo 60 días, que, no obstante, se pueden prorrogar.

Ayer, el líder independentista catalán recibía en la cárcel la visita de dos diputados de La Izquierda poscomunista. «Puigdemont se siente fuerte», contó después a los medios de comunicación uno de ellos, Diether Dehm. Su partido exige que el Gobierno de Angela Merkel medie en el conflicto para evitar la extradición de Puigdemont.