El equipo que hizo confesar al Chicle también lo logró con Ana Julia

La Voz / Agencias

ESPAÑA

El Chicle, a su salida de la nave de Asados, donde fue localizado el cuerpo de Diana Quer
El Chicle, a su salida de la nave de Asados, donde fue localizado el cuerpo de Diana Quer Lavandeira jr

El mismo grupo de la UCO que planificó el interrogatorio de José Enrique Abuín se encargó de hacer hablar a la autora confesa de la muerte de Gabriel Cruz

14 mar 2018 . Actualizado a las 09:43 h.

Apenas dos días después de su detención, Ana Julia Quezada confesaba haber acabado con la vida del pequeño Gabriel Cruz. A los mandos del interrogatorio,el mismo equipo de la UCO del caso Diana Quer. La confesión de la hasta pareja de Ángel Cruz ha sido parcial y por momentos confusa, pero han conseguido desbloquear a la detenida en tiempo récord. Ana Julia se ha pasado las últimas horas de escenario en escenario del crimen. Una muchedumbre estuvo a punto de agredirla ayer a su salida del domicilio que compartía con el padre de Gabriel en Vícar. Según su abogada, el interrogatorio duró dos horas y se tratada de la «primera vez» que los especialistas le habían pedido que hablase de lo ocurrido. Por la tarde, Ana Julia era trasladada de nuevo a la finca de Rodalquinar para estar presente en unas nuevas diligencias policiales.

Al frente del equipo, expertos profesionales bregados en otros casos igualmente delicados como el de Diana Quer o el crimen de Alcácer.

«Nos enfrentamos a un profesional de la delincuencia que sabe lo que tiene que hacer en cada momento». Así definía a José Enrique Abuín, el Chicle, el coronel jefe de la UCO, Manuel Sánchez Corbí. Unas palabras que arrojaban ya algo de luz sobre la complejidad de la investigación que acababan de resolver después de 16 meses. Era el 2 de enero. Los responsables de la investigación del caso Diana Quer daban una rueda de prensa inédita. Solo unos días antes, una treintena de investigadores de la UCO se habían desplazado a Barbanza para dar la última estocada al responsable de la desaparición del caso Diana Quer. Entre ellos, el capitán José Miguel Hidalgo, un veterano profesional con la resolución de importantes casos en su historial. Él fue el líder del equipo que interrogó a José Enrique Abuín y su mujer Rosario. El reloj corría deprisa y conseguir una confesión y encontrar el cuerpo de Diana era fundamental. El capitán Hidalgo les esperaba en la Comandancia de A Coruña. Como aseguraron en su momento sus compañeros, el planteamiento de los interrogatorios estaba ya preparado desde antes de las detenciones.

El equipo de investigadores jugó de forma hábil con la detención de Rosario e hicieron que la presión de depositase en el Chicle. Sabía que su esposa podría dejarlo sin coartada, como finalmente sucedió. También se usó la estrategia del poli malo, poli bueno e incluso se usaron especialistas en psicología.

José Enrique Abuín se cerró al principio en banda, pero una estrategia coordinada entre varios agentes, sin apenas descansos, le arrancó la confesión. Presión sí, pero sin pasarse. 

Con los cimientos del caso Gabriel ya asentados, se empieza a resolver una de las desapariciones que más ha conmocionado a la opinión pública en los últimos tiempos. Los investigadores siempre mantuvieron la esperanza de que el pequeño estuviera retenido y con vida, aunque las pesquisas apuntaban lo contrario. Así lo ha expresado a Efe uno de los investigadores, que ha subrayado el gran equipo que han formado los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) con los de la Guardia Civil de Almería.

Según su testimonio, los agentes querían creer que Ana Julia Quezada tenía retenido a Gabriel junto con algún colaborador para obtener un rescate. No obstante su propia experiencia profesional les indicaba ya lo contrario.