Los socialistas apuestan ahora por la cooficialidad del bable en Asturias

Francisco Balado Fontenla
fran balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

benito ordoñez

El PSOE hará una consulta con la militancia para refrendar la iniciativa

04 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Camino de cumplirse un año desde la reconquista de Pedro Sánchez de la dirección del PSOE, el secretario general no logra que las heridas cicatricen tras el convulso proceso de primarias y que la formación que comanda funcione como una sola. Por más que Sánchez intenta hacerse con el control efectivo, el PSOE sigue caminando como tres partidos: el del aparato y de los grandes barones, liderado por Susana Díaz, con el que Sánchez ha firmado un armisticio, todavía muy lejos de convertirse en paz; el oficial, que es el que realmente dirige el secretario general apoyado en la militancia; y el PSC, la rama catalana encabezada por Miquel Iceta, que disfruta de una gran autonomía y que ejerce una enorme influencia sobre Ferraz. Esta división se refleja constantemente, como en el comité federal celebrado hace dos semanas en Aranjuez, en el que se ausentaron los principales críticos con la dirección, o este mismo martes, cuando Sánchez regresó de Andalucía sin una foto con la presidenta de la Junta, Susana Díaz.

El último gran incendio ha estallado en Asturias en torno al idioma y a la plurinacionalidad, y solo puede entenderse si previamente se ha comprendido esta división que impera en el partido.

El caso es que una mayoría raspada de los compromisarios que asistieron al Congreso de la federación socialista asturiana celebrado en septiembre aprobó la defensa del bable como lengua cooficial en el Principado. La iniciativa surgió de un afín a Sánchez, y por tanto contó con el visto bueno de Ferraz. Esto supone toda una declaración de intenciones de cara a los comicios autonómicos del 9 de junio del 2019, cuando se volverán a asignar los escaños de la Cámara autonómica, ya que para hacer efectivo este cambio se requiere de una mayoría parlamentaria para la que los socialistas buscarán la complicidad de Podemos, el otro partido que respalda la cooficialidad del idioma asturiano.

Pero no existe unanimidad, ni mucho menos, entre los socialistas asturianos. Javier Fernández, el presidente del Principado que ya anunció que abandonará la primera línea política a la conclusión de esta legislatura, considera que trasladar este debate a la población supondrá un elemento de división entre los asturianos. La creación de una polémica en donde no existe necesidad.

Consulta a la militancia

«La identidad de los asturianos no puede basarse en un elemento tan conflictivo como es la lengua», comentó. Se muestra partidario de fomentar el uso del bable, pero por otras vías, como ha fomentado hasta el momento. ¿Y qué le parece que el PSOE apueste por dicha cooficialidad? Pues «absolutamente democrático», comentó, en un claro ejercicio de morderse la lengua por parte de la persona encargada de pilotar la gestora durante el trayecto repleto de curvas pronunciadas que recorrió la formación entre la renuncia obligada de Sánchez y su reconquista de Ferraz.

Aprovechando el nuevo reglamento interno aprobado recientemente por el Comité Federal, en el que se otorga un papel clave a la militancia en la toma de decisiones, el portavoz del PSOE en la Junta General, Marcelino Marcos Líndez, propone trasladar a las bases este asunto que amenaza claramente con desgastar al partido, tanto dentro como fuera de Asturias.

Bable en las aulas, en los medios y en la administración

Javier Fernández se muestra reacio a que el bable se convierta en una lengua cooficial en el Principado, consciente de que esa distinción implica una protección por parte de los poderes públicos que considera desaforada, obligando a una mayor presencia en los medios, en las aulas y en la administración pública. Según publicó recientemente La Voz de Asturias, el apoyo a la oficialidad es de un 53 %, siete puntos menos que en el último estudio estadístico.