El PP entierra la reforma de la ley electoral propuesta por Ciudadanos y Podemos

maría eugenia alonso MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Emilio Naranjo | Efe

Los de Rivera se abren a estudiar la propuesta de los populares de crear una segunda vuelta para las municipales

22 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El PP enterró este jueves las esperanzas de Ciudadanos y Podemos de alumbrar un sistema electoral que equipare el valor del voto independientemente de la provincia en la que se emita. Los populares rechazaron de plano la propuesta que ambas formaciones han pactado para cambiar el reparto de escaños, que actualmente se realiza según la Ley D'Hont por otra utilizada en numerosos países europeos, la Sainte-Laguë, porque cree que solo buscan beneficiarse electoralmente. «Además de proporcionalidad tiene que haber gobernabilidad», arguyó el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando.

Así se lo trasladaron a sus socios de investidura en una reunión a puerta cerrada en el Congreso, en la que los liberales pudieron certificar las notables diferencias que mantienen los dos partidos en un tema que figura en el punto 97 del acuerdo que sellaron en agosto del 2016 y que, insisten, el partido de Mariano Rajoy se niega a cumplir.

El portavoz de Ciudadanos en el Parlamento, Juan Carlos Girauta, lamentó la falta de «voluntad política» del PP para «modificar la proporcionalidad del sistema electoral como asunto nuclear».

Los populares acusaron a la formación naranja de no hacer ninguna propuesta y limitarse a asumir lo que dictan Pablo Iglesias y los suyos. «Algunos van con las manos metidas en el bolsillo y le compran la fórmula electoral al primero que se la presenta», arremetió Hernando. Y para muestra un botón. El partido conservador llegó a la cita con una simulación de cómo habría quedado el arco parlamentario en Cataluña si el pasado 21 de diciembre se hubiese aplicado el método Saint-Laguë. Según sus cuentas, Ciudadanos tendría hasta tres diputados menos de los que tiene ahora mientras que el PP habría obtenido dos más, con lo que hoy tendría grupo parlamentario en la Cámara catalana. De ahí que los populares aconsejaran a Albert Rivera que «no busque atajos ni formulillas» con Podemos y se dedique a «ganar las elecciones» si quiere más escaños.

Abierto el melón electoral, el PP puso sobre el tapete una propuesta que quieren trasladar a la subcomisión que hay abierta en el Congreso para abordar dicha reforma y que modificaría sustancialmente la elección futura de los alcaldes. Los populares proponen modificar el artículo 180 de la Loreg, con el objetivo de que gobierne con mayoría absoluta la lista municipal que haya logrado el 35 % de los votos y una distancia de cinco puntos o más sobre la segunda fuerza. En el caso de que ningún partido cumpla estos requisitos, el PP apuesta por que el bastón de mando sea para aquel candidato que sume el 30 % de los sufragios y distancie en más de diez puntos al siguiente. Si no se dieran ninguno de esos dos supuestos, plantean celebrar una segunda vuelta entre los partidos que hubiesen superado el 15 % de los votos, no pudiendo cambiarse los mismos ni establecerse coaliciones electorales.