Rajoy reacciona ante el avance de la formación de Rivera y prepara medidas para reactivar el partido

n. v. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Tarek Mohamed | Efe

09 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La de este lunes fue una llamada interna a mantener la calma. Mariano Rajoy movió ficha para intentar trasladar a los suyos que ni la sede nacional de Génova es una «burbuja» ajena a la realidad ni el presidente vive de espaldas a la situación política tras la derrota en Cataluña y a año y medio de las elecciones municipales y autonómicas. El líder del PP convocó a la dirección, a los barones, ministros y parlamentarios populares a una reunión de la junta directiva nacional el próximo lunes. Será ese el marco en el que anuncie un calendario de actividades «muy intenso y potente», según garantizó Fernando Martínez Maíllo, que no tiene más objeto que el de reforzar al partido para afrontar la batalla electoral con C's por el centroderecha.

La decisión se comunicó tras el encuentro habitual del comité de dirección presidido por Rajoy. La cúpula del PP tiene previsto volver a reunirse esta semana para diseñar la estrategia que se desvelará el día 15. Habrá que ver hasta qué punto resulta ambiciosa la agenda que plantee el jefe del Ejecutivo y en qué medida la fórmula satisface a los dirigentes territoriales, preocupados por las dificultades electorales.

El PP tratará de jugar sus mejores cartas. Por un lado, utilizar al máximo su estructura territorial para establecer contacto directo con los electores. Y, por otro, sacar provecho de ser el partido que gobierna en España. Ambas circunstancias son valores diferenciales respecto a Ciudadanos, al que acusan de tener «alergia» a entrar en las Administraciones. En concreto, reprochan a Inés Arrimadas no haber abierto una ronda de contactos para intentar su investidura en Cataluña. Mientras, el PP buscará reforzar el mensaje del Gobierno para llegar al 2020 con los objetivos cumplidos y volver a presentar el relato de la estabilidad.

Rajoy reiteró ayer que su intención es agotar la legislatura y eso implica salvar los Presupuestos, para los que se han retomado los «contactos discretos». Pero, además, quiere impulsar al menos tres grandes propuestas que den sentido a su mandato: la reforma de las pensiones, la de la financiación autonómica y el pacto educativo. Para las tres buscará el respaldo del PSOE. Es el único partido al que le reconoce capacidad de ser alternativa de gobierno. Primero, porque eso apuntala su visión bipartidista de la política. Y segundo, porque así niega a Ciudadanos ese rol. Pero el respaldo de la formación de Albert Rivera será vital para aprobar las cuentas públicas.