ERC apuesta por la vía unilateral si Rajoy no negocia tras las elecciones

cristian reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Alberto Estévez | Efe

Toni Castellà, portavoz de Demòcrates, defiende este camino ante Rovira y Forcadell

11 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Digámoslo claro: si el día después, habiendo ganado las fuerzas leales a la república, el Gobierno no acepta la negociación, recuperemos la vía unilateral. Vosotros [la CUP] y nosotros». La frase es del portavoz de Demòcrates y número 15 de la lista de ERC por Barcelona, Toni Castellà, y ha supuesto que los republicanos se saquen la máscara y muestren sus intenciones de volver a la casilla de salida de la unilateralidad en el caso de una victoria secesionista en el 21D. Castellà, en un acto ante 300 militantes que supuso la aparición en campaña de la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, en libertad provisional acusada de un delito de rebelión, tomó el guante de la CUP y habló claro de un camino que los republicanos habían intentado camuflar en su programa electoral, donde no se menciona esta vía unilateral y se defiende que, en caso de ganar los comicios, los republicanos propondrán al Gobierno central y las instituciones europeas una negociación bilateral para lograr «la plena independencia».

La número 2 por Barcelona y número 2 de ERC, Marta Rovira, accidentada sustituta del encarcelado Junqueras, no ha querido mencionar explícitamente la vía unilateral reivindicada por Castellà, pero afirmó que no pedirán «permiso» para concluir el proceso soberanista.

Esquerra Republicana también dio otro giro a su estrategia de cara al 21D y planteó los comicios como un mano a mano con Ciudadanos. Si primero fue el CIS el que vaticinó una eventual victoria en votos del partido liderado por Inés Arrimadas, ayer fue ERC la que situó a la formación naranja como el rival a batir.

Los republicanos recurrieron al discurso del miedo y llamaron a rebato a todo el electorado secesionista para concentrar el voto y evitar la victoria de Ciudadanos, que situaron en el eje del «frente nacional» español. Esquerra no acaba de dar con la tecla para frenar a sus perseguidores. La preocupación se ha instalado en la formación republicana, que está pagando la ausencia de su candidato, Oriol Junqueras, encarcelado en Madrid, a diferencia de Carles Puigdemont, que consiguió, desde Bruselas, entrar en campaña a todas horas. ERC no quiere atacar directamente a Puigdemont, porque a ojos del secesionismo es el presidente legítimo de la república, y no tiene previsto hacerlo en los próximos días, según fuentes de la dirección de la candidatura republicana. Por tanto, el recurso que le queda es apelar al voto útil contra C’s, al que las encuestas colocan al mismo nivel que los republicanos.

Fuentes del partido independentista creen además que los naranjas pueden crecer aún más en los diez días que quedan hasta el 21D, pero confían en que ERC irá mejorando, tras haber superado una semana inicial de campaña muy «complicada», marcada por la manifestación secesionista de Bruselas, que capitalizó Puigdemont al 100 %. 

Vigor de Ciudadanos

En una nueva demostración de fuerza, ante 2.000 personas, en Tarragona, feudo del PSC, la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, hizo un llamamiento a no confiarse por las encuestas y pidió que el voto constitucionalista acuda en masa. «Ciudadanos es el único voto que puede ganar a los separatistas. Hay que movilizarse e ir a votar», aseguró. 

Sánchez aún confía en una remontada del PSC en las elecciones

Alcanzar la tercera posición, tras Esquerra y Junts per Catalunya, se le resiste al PSC en las encuestas preelectorales, pero Pedro Sánchez aún confía en que los socialistas puedan superar los sondeos. «Se respira espíritu de remontada, se ve en las calles, no queremos ser la tercera ni la cuarta fuerza política, queremos ser la primera y lo vamos a ser», arengó ayer a los simpatizantes en Lérida. El secretario general del PSOE, que el fin de semana volverá a participar en la campaña, reclamó al electorado una «gran movilización socialdemócrata» y concentrar en la papeleta del Miquel Iceta todo el voto «de izquierdas, catalán y no independentista». Esa sería la única forma, a día de hoy, de al menos aproximarse en cifras a Ciudadanos y abrir la puerta a liderar un Gobierno transversal. El último estudio publicado, el de La Vanguardia, vaticina, sin embargo, un triple empate técnico en primera posición entre el partido de Inés Arrimadas, Esquerra y Junts per Catalunya.

La fortaleza de los liberales en los pronósticos del 21D no pasa desapercibida para el resto de las formaciones. «¿Queremos hacer un experimento o preferimos la experiencia?», preguntó ayer Iceta enfrentando en la balanza la historia dilatada del socialismo con la corta trayectoria de partidos como Ciudadanos. Pero, además, el candidato del PSC entiende que toda apuesta por Arrimadas o el PP podría suponer la sustitución de un «nacionalismo excluyente por otro». Iceta, en cambio, se ofrece a sí mismo como el MacGyver, si es necesario, de la política catalana para reconciliar y desterrar la idea «de cuatro años más de líos, crónica judicial, 155 y follones».