Su red fue desarticulada y hay 40 detenidos y 4 toneladas de droga intervenidas
18 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Una macrooperación de la Guardia Civil que se saldó con 40 detenidos y casi cuatro toneladas de cocaína incautadas permanece abierta a la espera de poder localizar al cabecilla del entramado, un gallego afincado en Venezuela que, supuestamente, dirigía una importante organización de tráfico de drogas que se distribuía a toda Europa desde puertos españoles, y de otra de blanqueo para ocultar los pingües beneficios de dichas transacciones.
La operación se puso en marcha el año pasado cuando se intervino un velero que tenía como destino el puerto de Cádiz y que llevaba 400 kilos de cocaína ocultos en un doble fondo recubierto con planchas de plomo. Fue así cómo los agentes tuvieron constancia de una organización internacional de transporte de droga mediante embarcaciones de recreo que operaba desde Denia (Alicante).
El pasado mes de agosto, a raíz de la intervención de la unidad ECO-Galicia de la Guardia Civil, se registraron dos chalés en la provincia de Pontevedra, uno en A Estrada y otro en Vedra; en el segundo se hallaron 750 kilos de cocaína y se detuvo a sus tres ocupantes; un vecino de Vigo afincado en Madrid, otro de Bilbao y un burgalés. Previamente, de ese mismo chalé habían salido otros 130 kilos de coca con destino a Lloret del Mar (Girona), donde fueron localizados en un habitáculo bajo tierra. La droga intervenida en el chalé estaba preparada para ser trasladada en autocaravana a Vigo, y la de Lloret del Mar tenía Inglaterra como destino.
No era más que la punta del iceberg de una macroorganización que extendía sus tentáculos hasta Marruecos, el País Vasco, Alemania, Levante, Andalucía y Madrid, coordinada y dirigida desde Venezuela por un gallego.
Para su actividad se servía de una red de colaboradores en el País Vasco que se encargaba de la distribución de la droga, y de otra, asentada en Melilla y especializada en el blanqueo de dinero. Además, un individuo sudamericano operaba desde Rivas Vaciamadrid, lugar al que acudía para recoger los beneficios de la venta de drogas. Para llevar hasta Venezuela las ingentes cantidades de dinero acumuladas, se servía de una empresa de transporte de muebles de madera que salían en contenedores desde puertos españoles con destino a Venezuela y en los que se ocultaban billetes de 200 y 500 euros. También utilizaba a personas con escasos recursos que viajaban al país caribeño con el dinero oculto entre sus pertenencias. En el puerto de Valencia se interceptaron ocho millones de euros, y en vuelos que salían de Málaga y de Melilla, cuatro millones más.
El jefe del grupo asentado en Melilla dirigía las operaciones de blanqueo desde Fráncfort (Alemania), maquilladas en una empresa de compraventa de vehículos. Cuando se supo perseguido quiso huir a Venezuela, pero fue detenido antes.
En total fueron detenidos 34 hombres y 6 mujeres de nacionalidades española, británica y marroquí, y se intervinieron 1.270 kilos de cocaína en España y 2.580 en Marruecos, así como 18 vehículos -entre ellos la autocaravana en la que se transportaba la droga- y tres embarcaciones. El valor de los efectos intervenidos supera los 14 millones y el que alcanzaría la droga en el mercado español sería de 103 millones de euros.
La operación la realizó la Guardia Civil en coordinación con Europol y Eurojust, y con la colaboración de la DEA, la Oficina Alemana de Investigación Aduanera y las policías de Alemania, Italia y Marruecos.