Nuet dice que el juez Llarena les «enseñó un camino» y que hay que «adaptar las estrategias judiciales a ese camino»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Atlas

El miembro de la mesa del Parlement liberado sin fianza afirma que Forcadell y el resto «no se arrodillaron ni traicionaron sus ideales»

10 nov 2017 . Actualizado a las 16:24 h.

«El juez ha enseñado un camino para desescalar judicialmente este conflicto. Tenemos que ser inteligentes y adaptar las estrategias judiciales a este camino». Así justifica el secretario tercero de la Mesa del Parlamento de Cataluña, Joan Josep Nuet (Catalunya Sí Que es Pot), el giro emprendido por Carme Forcadell y el resto de miembros de la mesa en su declaración ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, en el que se desmarcaron de la estrategia de Carles Puigdemont, huido a Bélgica y que no reconoce el artículo 155 de la Constitución, e incluso de los ex consejeros encarcelados, que se negaron a declarar ante la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela y ni siquiera respondieron a las preguntas de la Fiscalía.

Según Nuet, que fue el único de los que declararon en el Supremo que quedó en libertad sin medidas cautelares, Llarena les dejó claro a todos ellos al comenzar el interogatorio que el Supremo «no es la Audiencia Nacional» y que no tenía por qué repetirse lo que sucedió en ese tribunal, que concluyó con el encarcelamiento de el vicepresidente Oriol Junqueras y de ocho ex consejeros. Explicó que el juez actuó con ellos «de forma impoluta y con amabilidad absoluta desde el minuto cero». A su juicio, «no había duda» sobre la voluntad del magistrado de que no ingresaran en prisión. Por el contrario, cuestionó la posición del fiscal, al que acusó de «criminalizar el independentismo». «El Supremo quería hacer de Supremo, porque es el Estado en el sentido profundo de la palabra», señaló Nuet.

Respecto al hecho de que tanto Carme Forcadell como el resto de los independentistas que son miembros de la mesa acataran la aplicación del artículo 155 y se comprometieran a dejar la política o a no actuar nunca más al margen de la Constitución, señaló que «no traicionaron nada» y que «su dignidad fue absoluta». «No se arrodillaron ni traicionaron sus ideales. Hicieron un esfuerzo de sentido común, de decir cosas que la gente no dice porque no queda bien: que la DUI fue algo normal, pero que no se hizo efectiva, y que el 155 se está aplicando», concluyó Nuet.