Ante las críticas, Puigdemont arremete contra la UE arropado por 200 alcaldes

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira LA VOZ EN BARCELONA

ESPAÑA

STEPHANIE LECOCQ | Efe

El expresidente de la Generalitat ha reaparecido en Bruselas pidiendo que se acepten los resultados del 21-D

08 nov 2017 . Actualizado a las 00:09 h.

El expresidente catalán Carles Puigdemont aprovecha todos los foros a los que asiste en Bélgica en su ya campaña electoral para cargar contra España y, lo que empieza a ser más habitual, recriminar a Europa su silencio, cuando no su crítica directa (la última, del francés Manuel Valls, que ayer instó a Bruselas a extraditar a Puigdemont) al independentismo.

El último acto en el que el gerundense protestó fue este martes por la tarde, en una cita con unos 200 alcaldes independentistas catalanes que acudieron a Bruselas para «internacionalizar el conflicto». Aunque inicialmente habían dicho que no preveían reunirse con el anterior jefe del Ejecutivo catalán, a última hora sí hubo un encuentro conjunto. Primero, por la mañana, los regidores protestaron ante las instituciones de la UE con pancartas que pedían la libertad «para los presos políticos», pero no fueron recibidos por ningún responsable comunitario; alegaron que habían organizado el viaje con muy poca antelación. Fue por la tarde cuando se vieron con Puigdemont en una sala del museo de Bellas Artes (Bozar) de la capital belga.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dijo este mismo martes que esperaba que tanto los viajes como la organización del acto se hubiesen pagado con dinero personal de los reunidos. Al parecer, estos confirmaron que el trayecto sí se hizo con fondos propios de cada viajero, aunque la alcaldesa de la Garriga, Meritxell Budó, dijo que la decisión de pagarse cada uno el viaje o cargarlo a los gastos de cada ayuntamiento ha sido una cuestión personal: «En mi caso, yo vengo en representación de mi Ayuntamiento, he entendido que era un acto institucional, y en este caso lo paga el Ayuntamiento».

Lo que nadie pudo explicar es quién abonó la sala. El director artístico del Bozar, Paul Dujardin, explicó a Efe que la reservaron del «grupo de los Verdes del Parlamento Europeo», al que pertenece ERC. Sin embargo, el grupo negó a la misma agencia haber sido el que pagase el alquiler de la sala.

Fascismo... y nazismo

En cuanto a las quejas de Puigdemont en el acto vespertino, se mostró muy molesto por la indiferencia europea ante el «fascismo español» por el «golpe de Estado» contra «el Gobierno legítimo de Cataluña». Dijo que «el fascismo español, ayudado por el nazismo, fusiló a Lluís Companys». «No lo vamos a olvidar: hoy, ese fascismo, con impunidad total, participa en las manifestaciones convocadas por el partido del Gobierno de España, la España del clan del 155». Y por si no se daban por aludidos, añadió: «Señor Juncker [presidente de la Comisión Europea] y señor Tajani [del Parlamento], ¿es esta la Europa que quieren, la que manda a un Gobierno a prisión?».