La Fiscalía mantiene que Morate mató a dos mujeres y pide 48 años de cárcel

juan vicente muñoz-lacuna / colpisa CUENCA

ESPAÑA

Visto para sentencia el juicio por el asesinato de Marina Okarinska y Laura del Hoyo

29 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Sergio Morate, acusado del asesinato de Marina Okarinska y Laura del Hoyo el 6 de agosto del 2015, mantuvo ayer su silencio al término de la exposición de las conclusiones en el juicio con jurado que se celebró contra él en Cuenca, en el que acusaciones y defensa ratificaron sus peticiones iniciales. La Fiscalía y la acusación popular que representa a la Junta de Castilla-La Mancha -la Administración autonómica se persona en todos los procesos judiciales de violencia machista- solicitaron 48 años de prisión para Morate, de 34 años, por dos delitos de asesinato con las agravantes de parentesco y violencia machista, en el caso de la muerte de Marina, y abuso de superioridad en el caso de Laura.

En cuanto a las acusaciones particulares, que representan a las familias de las dos víctimas, reclaman un total de 56 años de prisión. Por su parte, la defensa pide la libre absolución al entender que no hay pruebas concluyentes del doble homicidio.

Según las conclusiones de la fiscala, Cristina Moruno, a las que se sumaron las acusaciones, ha quedado probado que Marina, de 26 años, se vio con su exnovio el 6 de agosto del 2015 para recoger enseres personales de la casa de Morate, donde ambos habían convivido durante cuatro años. «Su relación estaba dominada por una situación de control y falta de respeto hacia las decisiones de Marina Okarinska, pues incluso llegó a matarla porque no asumió que ella había decidido dejarlo», indicó la fiscala, para quien también quedó demostrado que planeó su muerte al comprar cal viva, bolsas de plástico y bridas en los días previos a la mortal cita. Continuó su relato afirmando que Sergio también decidió estrangular a Laura para no dejar testigos cuando comprobó que Marina había acudido a su casa acompañada.

La Fiscalía y las acusaciones coinciden en que hay dos pruebas fundamentales en el caso: el ADN de Morate hallado en una botella de agua que se encontraba junto a los cadáveres semienterrados en un paraje de Palomera (Cuenca) y la confesión de la autoría del doble crimen por parte del propio Morate a dos policías y a la esposa de un amigo que lo acogió en Rumanía durante su huida.

Increpado por familiares

En cuanto a las acusaciones particulares, que representan a las familias de las dos víctimas, reclaman un total de 56 años de prisión. Por su parte, la defensa pide la libre absolución al entender que no hay pruebas concluyentes. «Primero se buscó un culpable y después se ha intentado hacer coincidir las pruebas con él», sostuvo el letrado, que pidió al jurado reflexión y que sepa aislarse de la presión mediática del caso.

Tanto la llegada como la salida de Sergio Morate de la Audiencia de Cuenta fue la más tensa de los últimos días. Una treintena de familiares de Marina y Laura esperaban al acusado. «¿Qué te hizo mi hermana?», se preguntó entre lágrimas y megáfono en mano una de las congregadas en los exteriores del recinto judicial.

Tras la vista, los siete hombres y dos mujeres que conforman el jurado popular comenzaron a deliberar para emitir un veredicto de culpabilidad o inocencia, que probablemente se produzca antes del martes.