Cuatro de cada cinco senadores dieron su apoyo a las medidas del 155

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Fernando Villar | Efe

El PP admitió una enmienda del PSOE para que TV3 siga dependiendo del Parlamento

28 oct 2017 . Actualizado a las 08:50 h.

El Senado aprobó por una holgada mayoría la solicitud elevada por el Gobierno para intervenir en Cataluña bajo el paraguas del artículo 155 de la Constitución. La Cámara Alta contó con el voto favorable de 214 senadores pertenecientes al PP, PSOE, Ciudadanos, UPN, Foro y Coalición Canaria. En contra se mostraron los 47 de las formaciones nacionalistas y Podemos. Técnicamente se registró una sola abstención, la de la senadora de Nueva Canarias, pero hay que destacar las dos ausencias protagonizadas por los socialistas José Montilla y Francesc Antich, que minutos antes de comenzar la votación abandonaron el salón de plenos, rompiendo con la disciplina de voto decretada por Ferraz. De esta forma, el 81 % de la Cámara se mostró partidaria de habilitar al Gobierno las herramientas legales que había reclamado en aras de devolver a Cataluña al marco constitucional.

El texto que se votó fue modificado a última hora. Tras unas intensas negociaciones entre el PP y el PSOE, finalmente los populares aceptaron la enmienda socialista para prescindir del control de los medios de comunicación públicos, que seguirán dependiendo del Parlamento autonómico. La otra de las enmiendas con la que arrancó la jornada, que consistía en la reversibilidad del 155, fue retirada por los propios socialistas cuando Junts pel Sí registró en el Parlamento catalán la votación de independencia.

Un ojo puesto en Cataluña

Lo cierto es que aunque la Cámara Alta vivió este viernes su día más decisivo en sus casi 40 años de democracia, gran parte de sus representantes tuvieron más de un ojo puesto en lo que acontecía en el Parlamento catalán. Rajoy acudió al pleno para justificar su solicitud, que admitió «excepcional», como la situación, «que también lo es». Lo más novedoso en su discurso fue que reconoció su predisposición a no agotar el plazo de seis meses previsto en el requerimiento y convocar unas elecciones autonómicas en Cataluña «lo más pronto posible», dejando una excelente pista de lo que anunciaría horas más tarde en su comparecencia en la Moncloa: disolución del Parlamento catalán y comicios el 21 de diciembre. Rajoy también acusó a Puigdemont de falta de valor, por haber rechazado acudir a las instituciones a exponer su proyecto. «Yo hubiera venido aquí a defender mis posiciones, aunque estuviera en inmensa minoría», señaló. A la conclusión recibió una larga ovación de toda su bancada, en pie para celebrar su determinación a intervenir en Cataluña.

Tras su discurso, Rajoy abandonó el salón de plenos para seguir la última hora de lo que acontecía en el Parlamento catalán desde una sala contigua con la que cuenta el Gobierno, y en la que acabó montando un gabinete de crisis en el que permanentemente entraron y salieron ministros y otros colaboradores.

Malestar de los socialistas por las ausencias de Montilla y Antich

José Montilla y Francesc Antich rompieron la disciplina de voto del grupo socialista en el Senado al ausentarse de sus escaños durante el momento decisivo del día. Aunque a lo largo de toda la jornada se especuló con que barajaban presentar su dimisión, el expresidente catalán ofreció una rueda de prensa en la que confirmó que en estos momentos es cuando más podía aportar a su partido, el PSC, la rama catalana del PSOE. Justificó su ausencia en la votación por su «compromiso» como expresidente de la Generalitat y al considerar que la aplicación del 155 no es una medida idónea. Montilla admitió su fracaso como mediador en las negociaciones. El balear Xisco Antich justificó su ausencia con el mismo argumento: como expresidente autonómico, no podía apoyar la intervención. Buena parte de sus compañeros de tribuna compartieron con este periódico su considerable enfado.