Bruselas responde a los separatistas que no tiene nada en que mediar

Cristina Porteiro
Cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

ESPAÑA

El vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans
El vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans PATRICK SEEGER | efe

La UE asegura que no aceptará las maniobras subversivas de la Generalitat

05 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni habrá mediación de la Comisión Europea ni concesiones a los independentistas catalanes tras la celebración del referendo ilegal del pasado domingo. El vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Frans Timmermans, intervino ayer en la Eurocámara durante el debate sobre la situación en Cataluña para dejar claro que Bruselas no aceptará las maniobras subversivas empleadas por el Gobierno catalán. «Es fundamental que las Constituciones de nuestros países se respeten y protejan [...]. Si la ley no te da lo que quieres, puedes trabajar para cambiarla, pero no puedes ignorarla», recordó el holandés, quien hizo caso omiso de las llamadas a la mediación europea lanzadas por Puigdemont. «Son los 46 millones de ciudadanos españoles los que van a buscar y encontrar la solución», dijo.

La UE refuerza su posición de apoyo al orden jurídico español y de no injerencia, como demandó el portavoz de los populares españoles en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons: «España no es Yugoslavia, somos una democracia estable y madura y no necesitamos tutelas ni mediadores».

La salida a la crisis política es un asunto que competerá en exclusiva al Ejecutivo de Rajoy. Ni Bruselas ni la Eurocámara ni las capitales europeas están dispuestas a inmiscuirse en un asunto interno de España. «Es tarea de todo Gobierno hacer respetar el orden constitucional», afirmó ayer el portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel. Berlín quiere que se rebaje la tensión y se abran vías al diálogo político, pero respetando plenamente la Constitución española.

Timmermans también cerró ayer filas con Madrid, eso sí, enviando un mensaje: «Siéntense a dialogar». El socialdemócrata acusó al Gobierno catalán de saltarse la ley al convocar el referendo. Lamentó las cargas policiales para evitar la votación, pero admitió que «a veces la situación exige usar la fuerza de forma proporcionada para garantizar el respeto a la Constitución». El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, dejó claro a los secesionistas que cualquier conversación deberá ceñirse incondicionalmente al marco constitucional.

Integridad de España en juego

También el líder de los conservadores europeos, Manfred Weber, rechazó las cargas violentas, pero justificó la medida alegando que la «integridad de España está en juego». «Ninguno de nosotros podemos dar lecciones de democracia a España», añadió el jefe de los liberales, Guy Verhofstadt. El belga hizo una defensa férrea de la unidad nacional y cargó contra la «manipulación» e «irresponsabilidad» de los grupos independentistas, a los que acusó de conducir la situación a un punto sin retorno con consecuencias irreversibles para los ciudadanos: «No se puede ir contra la ley [...]. Habrá una fractura fatal en la sociedad que será imposible de curar», alertó. Los socialdemócratas, con Gianni Pittella al frente, hicieron un llamamiento a los separatistas catalanes para que den marcha atrás en su intención de hacer una declaración unilateral de independencia: «Sería una provocación adicional. Podría desencadenar nuevos desastres», señaló el italiano.

«No se puede ir contra la ley ni gobernar sin la ley, pero no se puede superar una división tan grave solo con la ley, también hay que intentar entenderse, dialogar», sugirió Verhofstadt marcando el camino. Los socialdemócratas coinciden en calificar de desastrosa la gestión de la crisis.