Las marchas por el 1-O, inferiores a las protestas por los recortes en educación

C. Reino / R. Gorriarán BARCELONA, MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Padres de alumnos quieren llevar a sus hijos a los colegios para que no los cierren

29 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Miles de alumnos universitarios y de secundaria se lanzaron ayer a las calles de Barcelona durante la primera jornada de huelga convocada para reclamar el derecho a la autodeterminación y la independencia. La multitudinaria movilización estudiantil no fue, sin embargo, la más numerosa que se ha celebrado. Según datos de la Guardia Urbana, en torno a 16.000 estudiantes marcharon desde la plaza Universidad de Barcelona hasta el barrio de Sants, 10.000 menos que hace dos años, cuando, el 22 de mayo del 2015, se movilizaron contra los recortes en educación.

La Secretaría de Universidades de la Generalitat cifró el seguimiento del paro en los centros universitarios catalanes entre el 80 y el 90 %, mientras que en la secundaria la huelga ha calado en un tercio de las aulas. Esto significa que, en la práctica, nueve de cada diez estudiantes que no acudieron a clase tampoco fueron, sin embargo, a las marchas callejeras.

Participación de menores

La huelga convocada se prolongará a lo largo del día de hoy, pero los estudiantes instaron a la población a mantener la movilización hasta el domingo y a unirse a las protestas de otros colectivos, como las que promueven la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium con la comunidad educativa. Se trata de, según expresaron los portavoces de los sindicatos estudiantiles, «no arrugarse» hasta la celebración del referendo. «A más represión, más campaña», afirmaron. «Haremos campaña política hasta el 1 de octubre, hasta que nuestro pueblo pueda decidir libremente cuál es su futuro», señalaron.

En las manifestaciones participaron muchos menores, pese a la advertencia de la Fiscalía sobre las responsabilidades de los padres. Pero muchas asociaciones de padres no solo han desoído al fiscal, sino que han convocado jornadas culturales de puertas abiertas para este fin de semana, que incluyen acampadas y fiestas pijama, para burlar la orden del Tribunal Superior de Cataluña de que no abran los colegios electorales, la mayoría instalados en centros escolares.

Si dentro de los centros habrá alumnos, profesores y padres de familia atrincherados, fuera habrá «colas gigantes». Al menos ese es el plan de la Asamblea Nacional Catalana, que ayer llamó a sus socios y simpatizantes a situarse a las siete de la mañana ante los colegios electorales para que, cuando tengan que abrir, dos horas después, disuadan a los Mossos de impedir la apertura.

Si pese a todo no se abren los centros, la ANC pide a los que acudan que se queden allí como gesto de protesta para que las imágenes «tengan repercusión internacional». Recomienda asimismo que vayan pertrechados de comida y bebida, pero no de símbolos políticos ni banderas.

«Nenos de 5 anos cantando "votarem"»

«Ás portas dunha escola, nenos de 5 e 6 anos, acompañados de catro profesores, cantando "votarem, votarem"». Es el testimonio de un policía nacional testigo de ese suceso en la localidad gerundense de Olot y que se quedó atónito ante lo que estaba viendo. Relata también que le consta cómo se ha pedido permiso a padres para que sus hijos menores de edad acudan a manifestaciones independentistas. No es la primera vez que ocurre. Ayer, el presidente del PPC, Xavier García Albiol, cuestionó la transferencia de competencias a la Generalitat como las de enseñanza, porque se han utilizado como un «instrumento de adoctrinamiento, manipulación de la realidad y catalizador para la desconexión».