La carta de un mosso a Carles Puigdemont

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Quique García | EFE

«Me causa un gran dolor que estén provocando esta ruptura social, prometiendo un paraíso que no existe» dice en una misiva que publica hoy «El Confidencial»

29 sep 2017 . Actualizado a las 12:45 h.

El Confidencial publica hoy la carta de un mosso a Carles Puigdemont. Identificado solo con sus iniciales, R.B., el agente de la policía catalana le dice al presidente de la Generalitat que le causa «un gran dolor que estén provocando esta ruptura social, que se traduce en sufrimiento para las personas y familias, prometiendo un paraíso que no existe».

«Muchos estamos asistiendo con gran preocupación a los graves sucesos que han provocado sus decisiones. Me dirijo a usted como ciudadano catalán y 'funcionari' de la Generalitat, sirviendo con gran honor a mis conciudadanos para garantizar una mayor justicia social, a través del cumplimiento y defensa de las leyes que nos protegen», comienza diciendo este mosso en su carta a Carles Puigdemont.

Recuerda que hay que respetar las leyes: «aunque muchas no nos gusten (no conozco a nadie a quien le cause grata emoción pagar impuestos o multas…), hemos de respetarlas y acatarlas todos, y ¡ustedes han de ser un modelo a imitar!».

En su carta a Puigdemont, este mosso acusa directamente al Ejecutivo catalán de engañar a los ciudadanos. «Ustedes saben perfectamente que están engañando a los ciudadanos, invocando derechos que están bien definidos y limitados, precisamente para su protección. Están jugando con los sentimientos e ideales legítimos, cometiendo un verdadero atraco de guante blanco al Estado de derecho que nos hemos dado para una convivencia pacífica y una garantía de respeto a nuestras personas, bienes y necesidades, que peligraban hace tan solo unas décadas. ¡Han intentado hacer unas leyes para las que no tienen autoridad, violando nuestro Parlament y luego cerrándolo! ¡Han permitido que nuestra estimada y única 'senyera' sea ensuciada con un símbolo usado por represores y terroristas!».

Se refiere también a la entrevista que Carles Puigdemont concedió a Jordi Évole el pasado domingo. «Entre otras, me pareció entender también que parte de su estrategia es poner cientos o miles de personas de escudo ante la policía. Me recuerda a regímenes totalitarios y terroristas… Es un juego triste y peligroso el suyo, no sé si es consciente del daño que puede provocar, tampoco sé si le importa», escribe. 

«Y a pesar de las simpatías que haya recogido, es como querer justificar un jugador de fútbol que respondiera a un agarrón en su camiseta con un violento puñetazo en la cara… Por mucha fama del jugador. ¡Roja directa y expulsión! (el debate sería solo sobre los partidos que le deben caer…), todos lo entenderíamos, nadie lo justificaría o echaría las culpas al contrario o al árbitro… Eso mismo es lo que ustedes están haciendo y promoviendo. ¿Qué están enseñando a nuestros hijos?», sigue diciendo.

«Yo no quiero un país dividido por el odio para mis hijos. Yo no quiero un país nacido de una fractura social y de la violencia, en un mundo moderno en el que deberíamos aspirar a no tener fronteras. Ustedes han abogado por tirar muros en otras partes y aquí los quieren levantar», recuerda en esta carta que publica El Confidencial.

«Creo en la responsabilidad de los actos de las personas y ustedes son los únicos responsables de que hoy haya división y violencia en nuestras calles», denuncia. 

Además este mosso acusa a Carles Puigdemont de usar a la policía catalana. «En lo profesional, también estamos sufriendo las consecuencias, me apena mucho y lo considero de gravedad, que usen la policía, que tanto esfuerzo hemos dedicado a ser una policía moderna, que ha de ser garante y protectora de todos los ciudadanos y de esas normas que nos protegen; también ver cómo se llevan la peor parte Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía, compañeros nuestros y con los que habitualmente -y a pesar de las disputas políticas que ustedes lidian- trabajamos codo con codo, sin problemas, al servicio del ciudadano».

Aquí puedes leer la carta completa publicada en El Confidencial