La inversión extranjera sufre una «parálisis total», advierte el presidente de Empresaris

José maría camarero MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Josep Bou es de los pocos responsables de organizaciones patronales que habla con contundencia

28 sep 2017 . Actualizado a las 09:57 h.

Pragmáticos hasta la médula, los empresarios han conservado una actitud muy prudente durante los últimos meses para evitar que el más mínimo desliz pueda ser interpretado como garantes de alguna opción política. Se juegan un drenaje en las ventas, y por tanto en sus beneficios corporativos, además de la reputación ante sus propios clientes y, llegados al extremo, hasta el propio cargo que ostentan.

«No podemos pronunciarnos porque nuestro presidente no habla solo por sí mismo, sino que representa a un conjunto de accionistas, inversores, proveedores y usuarios con múltiples sensibilidades», reconocen fuentes de una gran compañía cotizada del Ibex-35 a este diario al ser preguntado por la cuestión catalana.

Esa es la actitud que ha primado entre el colectivo empresarial en todo este proceso. Mutismo, si puede ser; y si no, un llamamiento genérico a alcanzar grandes pactos entre el Gobierno y la Generalitat. La CEOE publicaba a mediados de mes un comunicado -criticado por algunas de sus organizaciones regionales por tibieza- en el que instaba al Gobierno a «tomar las decisiones que consideren necesarias para cumplir al legalidad».

Más directo se ha mostrado siempre el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, en torno a la cuestión soberanista. A principios de año llegó a afirmar que la situación que se estaba viviendo en esa comunidad era tan dramática que «se huye de la peste donde no se cumple la ley», en referencia a una posible salida de inversores. Además, ha afirmado, en relación con los gobernantes catalanes, que «no solo incumplen la legalidad, sino que presumen de ello e incitan a la población a incumplir las leyes».

Ante las acusaciones de indefinición por parte de varios colectivos, el presidente de Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellá, ha reiterado esta misma semana que «no somos cobardes, pero es que vivimos aquí, es muy fácil desde fuera» mantener una posición tajante.

Huida de empresas

La deslocalización es el tabú al que nadie quiere aludir. Ayer mismo, el presidente de la asociación Empresaris de Catalunya, Josep Bou, advertía de que las inversiones extranjeras han sufrido «una parálisis total» estos días. Y pronosticaba que el éxodo de compañías multinacionales «será inmenso» si se consuma definitivamente la secesión. Y no solo eso, según sus cifras, en los últimos diez años cerca de 8.000 empresas han abandonado Cataluña, con un saldo negativo de 2.624 (diferencia entre las que se han ido y las que han llegado), mientras que Madrid tiene más del doble de saldo positivo.

Pero las posturas entre los empresarios de esa comunidad son mucho más prudentes que en el resto de España. Más allá de los rumores o declaraciones imprecisas acerca de la posición tomada por determinadas compañías conocidas por los consumidores de toda España, desde la patronal catalana han calificado la ley del referendo de «golpe de Estado jurídico». Hace una semana pospuso su posicionamiento sobre el 1-O para después de esta fecha. Parte de las opiniones hechas públicas entre el empresariado catalán instan más que a mostrarse a favor o en contra de la independencia a evitar las vías unilaterales.

Para el Círculo de Economía, el pleito catalán es la «gran cuestión de la política española», que debe resolverse a su juicio con diálogo, reforma y respeto a la legalidad. Por eso, se muestran a favor a consulta popular, pero acordada con el Estado. También las Cámaras de Comercio de Cataluña son partidarias de lo que denominan derecho a decidir, pero a la vez están en contra de decisiones unilaterales y sí más acordes al pacto entre Madrid y Barcelona. Por su parte, las organizaciones Pimec, FemCat y Cecot expresaron la semana pasada su rechazo a la actuación del Gobierno contra la Generalitat. Pimec pidió cumplir con la legalidad. Pero las otras dos sí apoyan el referendo del domingo.