Ni siquiera le dieron la mínima credibilidad. En el PSOE recibieron la llamada de Pablo Iglesias a formar un Gobierno de «unidad plurinacional» que negocie un referendo como el enésimo ardid de Podemos para intentar ponerles en un aprieto con su electorado. La secretaria de Igualdad y doctora en Derecho Constitucional Carmen Calvo insistió ayer en que no es momento para «crear vias paralelas ni de confrontación» entre los partidos que defienden el orden constitucional y reclamó a la formación morada que no «enrede».
Podemos lleva semanas cuestionando la decisión de los socialistas de apoyar la respuesta del Gobierno al desafío de los independentistas catalanes. El PSOE defiende que es el Estado de derecho lo que está en juego y que el asunto nada tiene que ver con diferencias ideológicas sino con el imperio de la ley. La segunda fuerza nacional de la izquierda, sin embargo, le acusa de hacer de comparsa al PP en una estrategia «represora».
Pedro Sánchez ya garantizó a los presidentes autonómicos de su partido, el pasado miércoles, que no se moverá de su posición y Calvo dejó claro que el PSOE no apoyará un referendo de autodeterminación porque «no cabe» en la Constitución y «no es una propuesta democrática». Además, recordó a Podemos que la semana pasada se aprobó la creación de una comisión de estudio sobre el modelo autonómico («que hace aguas») en el Congreso, una comisión que contó con el voto favorable del PDeCAT pero no de ERC. Ahí es, dijo, donde hay que tratar de buscar soluciones.