Pitos y gritos de «fuera, fuera» al rey Felipe VI y al Gobierno durante la manifestación

Europa Press BARCELONA

ESPAÑA

Atlas

Unos metros por detrás de la cabecera se desplegó una pancarta con el mensaje: «Vuestras políticas, nuestras muertes»

27 ago 2017 . Actualizado a las 12:38 h.

La manifestación que durante la tarde de este sábado desbordó el centro de Barcelona para mostrar el rechazo total al terrorismo tras los atentados en Barcelona Y Cambrils del pasado 17 de agosto no ha estado exenta de polémica. El rey Felipe VI, Mariano Rajoy y los ministros del Gobierno recibieron numerosos pitos y gritos de «fuera, fuera» mientras desfilaban por las calles de la capital catalana en el homenaje a los 15 fallecidos de los ataques terroristas de la semana pasada.

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, el presidente del Gobierno y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau fueron los encargados de recibir al rey a su llegada en medio de una intensa pitada y gritos de «fuera, fuera», para después dirigirse hacia la cabecera. 

Felipe VI, Rajoy, Puigdemont y Colau caminaron junto a los presidentes del Congreso y del Senado, Ana Pastor y Pío García Escudero. Al llegar a la cabecera, el monarca saludó a representantes de seguridad, emergencias y otros miembros de la sociedad civil, que formaron la primera fila de la marcha.

Cuerpos de seguridad y de emergencias han llevado la gran pancarta de la cabecera, «No tinc por (No tenemos miedo)», que es el lema que ha unido a todos los asistentes.

Detrás de los cuerpos de seguridad y de emergencias se han situado las autoridades, y por detrás se ha podido ver numerosas esteladas y una gran pancarta, tan larga como la de la cabecera, y con un mensaje distinto, en catalán: «Vuestras políticas, nuestras muertes» con las efigies del exministro de Defensa Pedro Morenés, el rey de Arabia, el rey Felipe VI, Tony Blair, George W. Bush y José María Aznar.

Además, durante la marcha, muchos ciudadanos han ido aplaudiendo al paso de los Mossos d'Esquadra, mientras que han proferido gritos de «fuera, fuera» al paso de las autoridades.