Méndez de Vigo se inhibe en la polémica por las críticas al proceder de los Mossos

N. Vega / R. Gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Robin Townsend | EFE

Niega que haya controversia alguna, pese a que ayer arreció el cruce de acusaciones

24 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno pasó de puntillas sobre el conflicto abierto por los sindicatos de la Policía Nacional y la Guardia Civil, que denunciaron el martes su «marginación dolosa» en la gestión policial de los atentados. Pese a que arreció el cruce de acusaciones, ya que los dirigentes sindicales se reafirmaron en sus críticas y los Mossos se revolvieron contra ellas, el Ejecutivo resolvió no salirse del guion y ensalzar la «magnífica» cooperación policial. «Polémica, ninguna; gran reconocimiento a la labor realizada», fue la respuesta del portavoz, Íñigo Méndez de Vigo. Ninguna voz del Gobierno ha querido estos días incidir en las controversias. Al contrario. Se ha extremado el respeto a las competencias de la Generalitat con la voluntad de no polemizar por razones, aseguran en la Moncloa, de «seguridad».

La inhibición de Méndez de Vigo fue aprovechada por la Generalitat, que pudo decir tranquilamente que toda la información se ha compartido y que en Alcanar nada hizo pensar que la explosión estuviera vinculada con el terrorismo. «Parece que sabe mal que hayan tenido una actuación tan brillante», llegó a decir el portavoz del Ejecutivo autonómico, Jordi Turull.

En Cataluña reaccionaron con indignación a las acusaciones de los coletivos policiales. Al sindicato mayoritario de los Mossos le extrañó el comunicado y tildó de «miserable» mezclar este asunto con el proceso independentista. El portavoz de la Federación de Profesionales de la Seguridad Pública en Cataluña reprochó la «gran irresponsabilidad» de abrir ahora una batalla. «Deslucir lo que ha sido una actuación brillante de los Mossos con la colaboración de los cuerpos de seguridad del Estado, entiendo que no es lo más oportuno», censuró en RNE Valentín Anadón.

Todos se desentienden

Otro tema de controversia es la supuesta petición de información realizada por Bélgica sobre el imán. El Ministerio del Interior nunca recibió una solicitud de información por parte de las autoridades belgas sobre el imán Abdelbaki Es Satty, adoctrinador y aparente cerebro de la célula yihadista. «No consta», fue la respuesta de Méndez de Vigo.

Todo apunta a que nadie se fijó en la vida del clérigo musulmán a pesar de sus antecedentes. La Abogacía del Estado no recurrió la sentencia judicial de un tribunal de Castellón del 2015 que anulaba su expulsión de España tras cuatro años en prisión por tráfico de drogas. La Guardia Civil y la policía no estaban al tanto de su desplazamiento al año siguiente a Bélgica y sus vínculos con líderes fundamentalistas. Para los Mossos d’Esquadra era casi un desconocido sobre el que no tenían la menor sospecha. Las Comunidades Islámicas de Cataluña, que sabían de su actividad como imán en Ripoll, se quejan de que nadie les avisara de sus antecedentes.

Juan Ignacio Zoido e Íñigo Méndez de Vigo se sacudieron la responsabilidad que pudieran tener las fuerzas de seguridad en el descontrol sobre el religioso musulmán. «Al Gobierno no le consta» una petición de información del Gobierno belga sobre Abdelbaki Es Satty, afirmó el portavoz del Gobierno. «A la hora y el momento de hoy» ni la policía ni la Guardia Civil «habían recibido ninguna comunicación» de Bruselas, apuntó el ministro del Interior.

Respondían así al alcalde del municipio belga de Vilvoorde, Hans Bonte, quien aseguró que pidió datos a las autoridades españolas sobre el imán que a comienzos del año pasado buscaba trabajo en su localidad y cuyo comportamiento levantó sospechas. El regidor señaló que el 8 de marzo del 2016 recibió la respuesta de que no tenía antecedentes judiciales enviada por un cuerpo policial español. Bonte no precisa qué cuerpo de seguridad le informó. Los Mossos dicen que tampoco recibieron nada. Abdelbaki Es Satty, tras su frustrada aventura laboral en Vilvoorde, regresó a España en marzo del 2016 y se instaló en Ripoll.