PP, PSOE y C's fuerzan el cierre de la comisión sobre la policía política tras solo tres meses de andadura

m. s. p. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El ex director adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino, en el centro, durante su comparecencia en la comisión parlamentaria que investiga el supuesto uso político de los medios del cuerpo por parte del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz
El ex director adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino, en el centro, durante su comparecencia en la comisión parlamentaria que investiga el supuesto uso político de los medios del cuerpo por parte del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz Mariscal | EFE

Podemos y ERC no lograron convencer a los nuevos responsables socialistas de seguir adelante con la comisión

06 jul 2017 . Actualizado a las 00:41 h.

PP, PSOE y Ciudadanos sumaron ayer sus votos para dar carpetazo a la comisión de investigación sobre la policía política después de solo tres meses de trabajo y tras haber escuchado únicamente a cinco comparecientes. Los tres partidos llegaron un pacto para rechazar prorrogar los trabajos y citar a más comparecientes como reclamaban Podemos y ERC, que no lograron convencer a los nuevos responsables socialistas de seguir adelante con la comisión. Así las cosas, el órgano se disolverá el día 31 y una semana antes los grupos deberán presentar sus conclusiones para debatirlas y aprobarlas.

La triple alianza -a la que se ha unido el PSOE de Pedro Sánchez a pesar de haber cambiado a los portavoces de la comisión en la última semana- impidió que el Congreso llame a declarar a ocho comparecientes, entre ellos personajes claves que han sido nombrados infinidad de veces en la comisión, entre ellos el ex jefe de Asuntos de Interior Marcelino Martín Blas y el controvertido comisario José Villarejo.

Confusas explicaciones

La comisión, que comenzó su andadura en abril, se cierra habiendo escuchado al exministro Jorge Fernández Díaz, al exdirector de la Agencia Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, y al exdirector de la Policía Ignacio Cosidó, además de los declarantes que acudieron ayer: Eugenio Pino y José Ángel Fuentes Gago.

Ambos,el que fuera número dos de la Policía y su mano derecha, lo negaron casi todo ante la comisión que investiga el supuesto uso partidista del Ministerio del Interior. «No existió la operación Cataluña». «Nunca ha habido una brigada patriótica». No hubo persecución de rivales políticos. Tampoco conspiraciones, en realidad todo se reduce a una «guerra sin cuartel» entre dos comisarios que terminaron empañando el nombre de la institución.

Pero Pino, señalado como máximo responsable de la denominada policía política, y su hombre de confianza se enredaron en sus confusas explicaciones durante las siete horas de comparecencia. Ni uno ni otro supieron explicar los numerosos viajes a Cataluña de Gago y de otros de los supuestos miembros de esa camarilla; por qué miembros de Asuntos Internos operaban en aquella comunidad en investigaciones sobre corrupción; por qué Interior llegó a fletar un avión oficial para comprobar la falsa cuenta de Xavier Trías en Suiza cuando el asunto ya estaba archivado; de dónde surgieron los informes apócrifos sobre la supuesta financiación ilegal de Podemos o las cuentas en el extranjero de Artur Mas; o por qué se encuadró a Gago en la seguridad de la Casa Real o de la Audiencia Nacional cuando en realidad pasaba los meses en Cataluña.

La esperada comparecencia de los dos primeros mandos policiales implicados en las presuntas maniobras para hostigar a otros partidos se sumergió en una nebulosa. Pino se acogió a su derecho a no declarar sobre la operación Cataluña alegando que está inmerso en dos procesos judiciales como imputado (la introducción de pruebas extrajudiciales en el caso Pujol y su supuesta participación en el montaje contra Trías y su cuenta en Ginebra).