El fuego cerca el parque natural de Doñana

Agencias

ESPAÑA

EFE

El fuerte viento complica la extinción del incendio que obligó a desalojar a más de 2.000 personas en Moguer y Mazagón, y encerró a otras 50.000 en zonas costeras de Huelva

26 jun 2017 . Actualizado a las 09:23 h.

Más de un centenar de personas y siete medios aéreos se han incorporado a primera hora de esta mañana a las labores de extinción del incendio de Moguer (Huelva), donde más de 200 efectivos trabajan en combatir las llamas. A primera hora de la mañana el fuego continúa activo, desconociéndose, a la espera de la información de los técnicos, cómo ha podido ser su evolución durante la noche, en la que el dispositivo ha tenido que seguir haciendo frente al principal escollo: los cambios de viento.

Bajo un calor asfixiante y una intensa humareda, más de medio millar de efectivos de los servicios de extinción de incendios de la Junta de Andalucía y la Unidad de Emergencia Militar trabajan sin tregua desde la noche del sábado para tratar de sofocar el incendio que asola una zona de pinar en Mazagón (Huelva) y que, según la Administración andaluza, pudo ser intencionado. Las rachas cambiantes de fuerte viento dificultaron unas labores que llegaron a la zona del preparque Natural de Doñana, el humedal más importante de España, y que obligaron a desalojar a más de 2.000 personas que veraneaban o residen en la zona.

El fuego comenzó sobre las 21.30 horas de la noche del sábado en el denominado Camino de las Peñuelas, una de las vías que, paralelas al parque, une la playa de Mazagón con Moguer. El Servicio de Emergencias 112 empezó a recibir decenas de llamadas alertando de la columna de humo y en demanda de información. Impulsadas por rachas de viento de hasta 60 kilómetros hora, las llamas comenzaron a propagarse a gran velocidad por un área de densa vegetación resecada por el calor y la falta de lluvia. Los servicios de extinción de incendios se desplazaron a la zona, pero la caída de la noche impidió los refuerzos desde el aire y solo se pudo trabajar a pie de campo.

Las altas temperaturas y el viento formaron un cóctel explosivo, como demuestra que en solo cinco horas el fuego se extendiese en doce kilómetros, según detalló el director del Infoca, Juan Sánchez.

Apenas una hora después de su inicio, el Dispositivo para la Prevención y Extinción de Incendios Forestales de Andalucía (Infoca) declaraba el nivel 1 de emergencias y comenzaban las evacuaciones: hoteles, el parador nacional, urbanizaciones, cámpings repletos de veraneantes, poblados chabolistas de inmigrantes que trabajan en la fresa... Unas 2.100 personas fueron desalojadas durante la noche, y otras 200 por la mañana. De ellas, en torno a 950 han sido albergadas, 500 en el polideportivo de Moguer, 300 en las instalaciones del Ayuntamiento de Almonte, en Matalascañas, y otras 150 en El Rocío. El resto optó por ir a casa de familiares o conocidos o simplemente por regresar a sus domicilios habituales, al tratarse de establecimientos hoteleros o segundas residencias. Por el momento, no se ha autorizado el regreso a ninguna vivienda o instalación desalojada salvo al hotel Solvasa y a las viviendas de la zona conocida como Bonares, en Mazagón, para lo que se dio permiso en la mañana de ayer.

Dos focos activos

También se vieron afectadas tres carreteras comarcales, que quedaron cortadas por precaución aunque se podían ver llamas a un lado y otro de la calzada. Fue entonces cuando empezaron los momentos de nerviosismo. En la cabeza de muchos rondaban las escenas de la reciente tragedia de Portugal y rechazaron meterse en la carretera para no quedar atrapados, refugiándose en la playa para escapar de las llamas.

La generosidad de los vecinos funcionó, y hubo quien cedió su cama a los pequeños, o quien repartía botellas de agua, mantas e incluso toallas empapadas para facilitar la respiración a los que estaban en la calle.

Con las primeras luces, empezaron a llegar los medios aéreos. Hasta 26 aviones, helicópteros e hidroaviones estuvieron durante toda la jornada de ayer intentando sofocar las llamas y luchando contra continuos cambios de viento que avivaron el fuego, especialmente a mediodía. A última hora de ayer aún había dos focos activos y tres carreteras estaban cortadas. a primera hora de la noche se abrió un carril en dos de ellas, la A-483 y la A-494, que unen Matalascañas con El Rocío y con Mazagón, respectivamente. De esta forma pudieron salir algunos vecinos y turistas.

Se prevé que el número de medios aéreos que participen hoy en las labores de extinción sea mayor, si bien se irán incorporando progresivamente; mientras el Infoca mantiene en tierra 15 autobombas y maquinaria pesada, han informado desde el dispositivo de extinción. Además, también continúan a pie de incendio 244 soldados enviados desde la Unidad Militar de Emergencia (UME), cifra que le permite mantener el trabajo de dos secciones en línea -100 efectivos entre las dos- durante las 24 horas, con el apoyo de 12 autobombas y cuatro nodrizas.

El consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, explicó que uno de los focos que más preocupaba, en dirección a Matalascañas, se frenó y a última hora se estaba actuando en la zona para tratar de estabilizarlo. «Parece que hay un escenario más esperanzador», aseguró el consejero. En Matalascañas, 50.000 personas entre residentes y turistas, estaban aislados ante el corte de las carreteras.

Las administraciones regional y nacional rehusaron dar una estimación de hectáreas afectadas, y el director del Infoca se limitó a subrayar que el objetivo era «que los flancos no se conviertan en frentes». Los esfuerzos se concentraron finalmente en la protección del parque natural de Doñana, según detalló el ministro de Interior Juan Ignacio Zoido, desplazado a la zona junto a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y a la presidenta andaluza Susana Díaz.

Las elevadas temperaturas y la prolongada sequía, factores de riesgo

La fuerte sequía que azota España este año junto con las temperaturas, especialmente altas para la época del año, convierten este verano en uno con «riesgo elevado» de incendios forestales. Así lo explicaba la pasada semana la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, durante la presentación de la campaña de incendios forestales. «Este año tenemos un 13 % menos de precipitaciones, y en el noroeste llega casi hasta el 40 %», señaló la responsable del Gobierno central.

Hasta el 31 de mayo se produjeron 6.119 incendios en España, cuando la media de los últimos diez años es de 4.897. Así, la campaña de verano se inició con mil por encima de lo habitual. Hasta la misma fecha habían ardido en España 38.199 hectáreas. La mayoría de los incendios, un 95 % según datos del Ministerio de Agricultura, están provocados por el hombre, bien por un descuido o de forma intencionada, por lo que las autoridades reclaman un esfuerzo de colaboración ciudadana para evitarlos.