IU aprueba la continuidad de la alianza con Podemos a pesar de que quiere «un perfil propio»

r. gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Ángel Díaz | Efe

Garzón afirma que es «un buen invento», pero reclama al partido de Iglesias más visibilidad

25 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque admite que Unidos Podemos «se ha estancado» y que Izquierda Unida ha quedado eclipsada dentro de la alianza electoral, la asamblea político y social de IU aprobó ayer por amplia mayoría el informe de gestión presentado por el coordinador general, Alberto Garzón.

El máximo órgano de dirección de IU dio su visto bueno por 53 votos a favor, nueve en contra y seis abstenciones al documento, que, según su autor, fue elaborado «sin esconder información». Garzón dijo que el balance tiene claros y oscuros, pero no por ello se plantea su continuidad. Es, con sus carencias, «un buen invento». Unidos Podemos cristalizó tras un largo proceso de negociaciones en mayo del año pasado y permitió que IU compartiera listas en las elecciones del 26 de junio con el partido de Iglesias. Aunque la alianza perdió un millón de votos respecto a los comicios del 20 de diciembre del 2015, la formación de Garzón obtuvo ocho diputados y dos senadores, presencia legislativa más consistente que los dos escaños en el Congreso que logró en solitario seis meses antes, cuando no llegó a un acuerdo por la negativa de Iglesias a compartir candidaturas con, según dijo, «los cenizos» de IU. 

Crudo diagnóstico

Garzón hizo un crudo diagnóstico de la situación porque Unidos Podemos «se ha estancado». Los potenciales seguidores, que no son otros que los sectores más golpeados por la crisis, según el coordinador de IU, «no terminan de votarnos». En definitiva, sintetizó, «hay cosas que no están saliendo bien» porque Unidos Podemos «no está creciendo como debería» mientras «la derecha está recuperando cierta fortaleza» y el « bipartidismo (PP y PSOE) está recuperando pulso».

Su análisis es que este deterioro se produce en buena parte porque «el trabajo de la alianza se ha quedado en las instituciones» y no ha calado en las calles.

Los problemas no son solo de Unidos Podemos, Izquierda Unida, de acuerdo con el análisis de Garzón, tampoco funciona como debiera. «Necesitamos -subrayó- ese perfil propio» para ser un agente político diferenciado del partido de Iglesias. No es «fetichismo» de marca, agregó, sino la necesidad de ser referencia para que los seguidores de IU se sientan parte de Unidos Podemos.

En las elecciones del 26 de junio, los cálculos de la formación de Garzón es que del orden del 30 % de sus votantes prefirieron apoyar al PSOE antes que a la alianza con Podemos.