Alusiones salpicadas a Galicia, pero ningún debate sobre sus problemas

Redacción / La Voz

ESPAÑA

benito ordoñez

Incluso el portavoz de En Marea en la sesión, Antón Gómez Reino, dedicó solo una pequeña parte de su intervención a las cuestiones estrictamente gallegas

15 jun 2017 . Actualizado a las 01:20 h.

Más allá del recurso de Pablo Iglesias a lo que denominó «los ayuntamientos del cambio» como referencias de gestión de Podemos y algunas alusiones salpicadas a Galicia, los problemas reales de la comunidad no formaron parte del debate parlamentario. Incluso el portavoz de En Marea en la sesión, Antón Gómez Reino, dedicó solo una pequeña parte de su intervención a las cuestiones estrictamente gallegas. El grueso de su discurso, en línea con los de quienes le precedieron, Xavier Doménech y Alberto Garzón, se centró en atacar al PP por la corrupción para justificar la moción de censura. Y eso le dio pie para, al final de su parlamento, añadir como razones para censurar al Gobierno su política en Galicia, por el tratamiento medioambiental de las rías, el desmantelamiento del sistema bancario, con alusiones a las cajas y al Banco Pastor, y del mundo rural, el déficit en infraestructuras y la pérdida del empleo en la industria.

La intervención de Gómez Reino sirvió de motivo a Pablo Iglesias para aludir a su vieja amistad, recordar las movilizaciones de Nunca Máis como antecedente del 15M y rendir un homenaje a Xosé Manuel Beiras.

Con todo, sus mayores alusiones a Galicia las hizo con motivo de su réplica a Albert Rivera, al que dijo que no aporta nada a la política española. Para ello, destacó que su partido no gobierna en ninguna parte, lo que contrastó con los gobiernos de las principales ciudades, que se atribuyó para Podemos, y entre los que citó el de A Coruña, pero no el de Santiago ni el de Ferrol. Además, aludió a La Voz de Galicia y a la entrevista a Rivera que el periódico publicó en la campaña electoral del 2015. En ella, el candidato de Ciudadanos decía que las medidas de su formación para Galicia eran las mismas que para el resto de España, porque los problemas eran los mismos. Esta entrevista demostraba, según Iglesias, que Rivera no tiene propuestas.

Rifirrafe por la donación de Amancio Ortega y por una mención a Ignacio Echeverría

La multimillonaria donación de Amancio Ortega para la adquisición de equipos de tratamiento en centros oncológicos de hospitales de toda España fue ayer motivo de uno de los duros enfrentamientos entre el portavoz popular Rafael Hernando y Pablo Iglesias. En su día, el líder de Podemos había lamentado que «la filantropía se plantee en un Estado de derecho como un mecanismo para financiar la sanidad». Los 320 millones de euros de la donación representan un 8 % del presupuesto de la sanidad pública.

«Hay que tener una bajeza moral incontestable para atacar a una persona que ha hecho un donativo como Ortega», fue el reproche al líder de Podemos que hizo ayer Rafael Hernando, quien destacó que había sufrido personalmente las consecuencias de la enfermedad. «Un problema fundamental de las democracias no es a qué dan dinero los millonarios, sino si los millonarios pagan impuestos y [...] cumplen las normativas laborales», le respondió Iglesias.

El homenaje de Hernando a Ignacio Echeverría, el héroe gallego muerto en los atentados de Londres, también fue motivo de enfrentamiento. Iglesias criticó la mención en el debate, y Hernando le afeó que no lo hubiera hecho él.