Ciudadanos pide a los críticos que dejen el partido tras la guerra abierta en Valencia

La Voz M. E. A. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Javier Lizón | EFE

El exportavoz Alexís Marí dio portazo a la ejecutiva nacional de la formación al considerar que Rivera quería «derechizar» el partido y convertirlo en «la marca blanca del PP»

06 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Comunidad Valenciana es una de las vacas sagradas para Ciudadanos. De allí proceden cinco de sus 32 diputados en el Congreso, y sus Cortes son uno de los parlamentos donde la formación de Albert Rivera entró con más fuerza en las autonómicas del 2015, sus primeras elecciones nacionales. Pero también es uno de los feudos que más quebraderos de cabeza le está dando a la dirección. Su principal bestia negra es Alexís Marí, exportavoz en las Cortes y marido de la eurodiputada naranja Carolina Punset, quien hace unos meses dio portazo a la ejecutiva nacional de Ciudadanos al considerar que Rivera quería «derechizar» el partido y convertirlo en «la marca blanca del PP» y que, desde entonces, ha liderado un sector crítico. Una tesis que compartió Marí, quien fue destituido como portavoz parlamentario en abril por su continua oposición a las decisiones de la dirección nacional y por las críticas al partido.

Una actitud que, en opinión de la portavoz nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, debería llevarle a abandonar su puesto de diputado autonómico. «Cuando uno está abiertamente en contra de lo que han decidido los afiliados, le queda abandonar los cargos que consiguió bajo las siglas de Ciudadanos en su día», censuró la dirigente liberal.

El último encontronazo con Marí se debe a una docena de ácidos tuits con los que respondió este sábado a su compañero de filas Toni Cantó, quien había equiparado la salida de ambos de UPyD y, además, le instaba a abandonar el partido y dejar su acta de diputad. Por el momento, la dirección naranja no ha abierto expediente a Marí, pero no descarta hacerlo si su actitud persiste. Desde la ejecutiva de Ciudadanos e tienen difícil hacerle renunciar y saben que no es el único díscolo en las filas valencianas, donde la brecha es profunda y donde hay otros cuatro diputados descontentos que podrían acabar en el Grupo Mixto.