Culpan al hospital de Melilla de la muerte de una embarazada y del hijo que esperaba

La Voz MELILLA / AGENCIAS

ESPAÑA

Francisco García Guerrero | EFE

La familia asegura que la mujer, diagnosticada con diabetes e hipertensión, fue enviada a casa en vez de ingresar

16 may 2017 . Actualizado a las 10:50 h.

La familia de una mujer embarazada que murió en el hospital de Melilla el pasado viernes junto al bebé que esperaba sostiene que tras acudir a Urgencias ese día debió de haber quedado ingresada al tratarse de una paciente de alto riesgo, diabética e hipertensa, y no ser enviada a casa, como sucedió. El marido, Said Touzane, y las hermanas de la víctima, Dina Mohamed, que tenía 34 años, acudieron ayer al Hospital Comarcal de Melilla y al juzgado para recabar información sobre lo ocurrido. Anunciaron que emprenderán acciones legales contra el centro sanitario.

Una de las hermanas, Mimout Mohamed, explicó que solo cuentan con el relato del hospital, en espera de que el juzgado comunique el resultado de la autopsia. Mohamed detalló que la mujer fue atendida en urgencias por la ginecóloga que controlaba su embarazo, quien debía conocer las «patologías» que sufría su hermana.Fue enviada a casa y, horas después, continuaba con los síntomas, pero agravados, con dolores estomacales mucho más fuertes, palpitaciones y temblores. Añadió que su cuñado evitó que Dina se asfixiara con la lengua, pero lamentó que, cuando llegó la ambulancia, el sanitario pidiera que se le diera una galleta con leche caliente en vez de «remitirles lo antes posible a urgencias». Con «un poquito de sentido común», hubiera sido hospitalizada, insiste. Y consideró que la cesárea para intentar salvar al bebé debió realizarse antes, porque era esperable que la madre, con la «tensión altísima», podía sufrir «un infarto como el que supuestamente le ha dado».