Caso Bankia. En abril del 2015, el fiscal ordenó el registro del domicilio y la detención de Rodrigo Rato por alzamiento de bienes y otros delitos. Moix se saltó el procedimiento, porque la investigación correspondía a la Fiscalía Anticorrupción. Tras el arresto, solicitó que Rato no ingresara en prisión. El juez que veía la causa desestimó esta petición. Esta fue su última polémica desde la Fiscalía madrileña.
La conversación entre Ignacio González y Eduardo Zaplana en la que el primero dice que les convendría situar a Moix al frente de Anticorrupción ha acabado de minar la reputación del fiscal.