Susana Díaz planea aguantar al frente del Gobierno de Andalucía hasta las próximas elecciones

Paula de Las Heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Atlas

En el Parlamento autonómico la cuestión se ha convertido en objeto de reproches permanentes desde antes incluso de que se confirmara oficialmente sus aspiraciones

03 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No compaginará su condición de líder de la oposición y presidenta de la Junta de Andalucía solo un puñado de meses, como auguraban hasta hace poco sus más cercanos. En caso de salir victoriosa de las primarias que el PSOE celebrará el 21 de mayo, Susana Díaz tiene intención de mantenerse al frente del Gobierno autónomo hasta que se celebren los próximos comicios regionales o hasta que Mariano Rajoy disuelva las Cortes y convoque elecciones generales, lo que antes ocurra. Es, según aseguran fuentes de su Ejecutivo, una decisión que ya está tomada pese a las dificultades que entraña y a las críticas de sus rivales internos y externos. «Por capacidad de trabajo no será», alegan. En el Parlamento de Andalucía la cuestión se ha convertido en objeto de reproches permanentes desde antes incluso de que se confirmara oficialmente sus aspiraciones. Y en el PSOE tanto Pedro Sánchez como Patxi López alegan, en cuanto tienen ocasión, que el momento que vive su partido exige dedicación exclusiva. Sin embargo, la mayor parte de los presidentes autonómicos que respaldan su candidatura, como el castellano-manchego Emiliano García-Page o el valenciano Ximo Puig, ya han dejado claro que no le pondrán pega. Y eso que la acumulación de cargos puede causar algún conflicto institucional. ¿Qué posición defenderá Díaz cuando a finales de año se debata, por ejemplo, la reforma del sistema de financiación autonómica? ¿La que más interese a Andalucía?.Sus colaboradores replican que también Felipe González era andaluz, presidente del Gobierno y secretario general del PSOE y que en debates como ese «habrá que alcanzar un consenso entre los territorios», pero los antecedentes prueban que cuando de lo que se habla es del reparto de recursos económicos las afinidades ideológicas pasan a un segundo plano y cada líder regional batalla por lograr lo que más beneficia a su comunidad.

Sea como fuere, Díaz se niega a soltar las riendas del Ejecutivo andaluz. Y no lo hace porque algunos de sus muchos y muy poderosos partidarios le hayan dejado caer ya que, aunque la consideren la mejor opción para dirigir el PSOE, no la ven como el más idóneo cartel electoral para el Gobierno de la nación. Ella ya dejó claro en el lanzamiento de su candidatura, el pasado 26 de abril, que va a por todas.