El PNV replica a Rajoy que no hay pacto cerrado sobre los Presupuestos

N. Vega MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Atlas

Le recuerdan que con Ciudadanos y CC no suman los 175,5 escaños que se arroga

03 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Al PNV no le cuadran las cuentas de Mariano Rajoy y «las matemáticas son universales». Después de que el presidente del Gobierno asegurase el sábado que dispone de «175,5» escaños en el Congreso para superar el primer trámite parlamentario de los Presupuestos, los nacionalistas vascos le reclamaron ayer que no se les incluya en ese saco. Y la suma de populares, Ciudadanos y Coalición Canaria no llega para alcanzar la cifra del jefe del Ejecutivo. «137 más 32 más uno, en Euskadi dan 170», advirtió la presidenta de la formación en Vizcaya, Itxaso Atutxa.

Si bien es cierto que, según el PNV, en los últimos días se ha logrado «un cierto clima de entendimiento» con el Gobierno, todavía no puede hablarse de acuerdo sobre el proyecto que el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes. Es más, antes de que los Presupuestos lleguen mañana al Congreso, asegura Atutxa que «no hay nada ni siquiera trabajado». 

Buena disposición

Las últimas decisiones del Ejecutivo sí han logrado, sin embargo, que la disposición de los nacionalistas al pacto sea favorable y que el optimismo haya ido creciendo en las filas populares. El jueves, el anuncio de que el Gobierno accedía a desbloquear las ofertas de empleo de la Ertzaintza supuso un impulso decisivo al diálogo.

Pero el PNV prefiere que, al menos por deferencia política, el presidente no se precipite en lanzar las campanas al vuelo. «Lo que sí tiene que mirar Mariano Rajoy -replicó la dirigente vizcaína- es si ese baile de cifras le termina haciendo una factura más cara en el futuro». 

Sin frente común

La formación vasca, junto a Ciudadanos y las fuerzas políticas canarias, se ha convertido en pieza clave del tablero parlamentario. La unión de estos partidos representa una mayoría alternativa a la que el Gobierno buscó inicialmente con el PSOE. Su voluntad de llegar a pactos supone, en el caso de los Presupuestos, la posibilidad de actualizar ahora las cuentas de 2017, una necesidad más política que económica dado que la aprobación del proyecto garantiza la continuidad del mandato de Rajoy.

Pero unos y otros avisan de que ni hay frente común ni alianza de legislatura. Albert Rivera, que permitió investir al presidente y que apoyará los Presupuestos, insistió ayer en que el suyo no es «un cheque en blanco» para cuatro años y recordó a Rajoy que la única opción es dialogar hasta la extenuación.

De eso son conscientes en la Moncloa, donde se han redoblado los esfuerzos por tender puentes con la oposición. En concreto, el margen en la negociación presupuestaria es limitado, aunque el jefe del Ejecutivo reconoció ayer en Valencia, que ahora se puede hacer algo más que cuando el país estaba «en la indigencia» y pidió responsabilidad a todo el arco parlamentario para evitar que se repitan situaciones como el rechazo del decreto de la estiba. Una votación, reprochó Rajoya, con la que el Congreso se opuso a «la resolución» del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.