Los contrarios a la secesión superan ya en cuatro puntos a quienes la defienden, mientras los partidos soberanistas descienden y podrían perder la mayoría absoluta
31 mar 2017 . Actualizado a las 08:48 h.A escasos seis meses de la fecha fijada por los soberanistas catalanes para celebrar el referendo sobre la independencia, el apoyo social a la opción secesionista retrocede. Tras casi cinco años de fuertes movilizaciones, dos elecciones catalanas y un sucedáneo de consulta, el movimiento pierde músculo y ni siquiera las recientes inhabilitaciones de Artur Mas, Francesc Homs, Joana Ortega e Irene Rigau por el 9N, que los independentistas quieren utilizar como revulsivo, han conseguido aumentar la base social partidaria de la ruptura con España.
Según el último barómetro del CEO (el CIS catalán), un 48,5 % de la población de Cataluña se manifiesta contraria a la separación, frente a un 44,3 % que desearía que Cataluña se convirtiera en un Estado independiente. Esta diferencia de más de cuatro puntos aumenta las distancias entre los dos bloques respecto a la última oleada, de diciembre del 2016, en la que un 46,8 % rechazaba la independencia y un 45,3 % la apoyaba.
La encuesta, efectuada entre el 6 y el 20 de marzo, coincidió con el juicio y las sentencias por la consulta del 9N. Unas condenas que fueron recibidas con indiferencia y sin respuesta en la calle en forma de protestas ciudadanas, pero que tampoco incidieron en los sondeos, como esperaban los partidos secesionistas. Las fuerzas de ambos polos, no obstante, son muy parejas y si algo refleja la serie histórica es una especie de eterno empate con esporádicas rupturas en favor de una u otra opción, lo que dificulta la resolución de la cuestión catalana. El Gobierno catalán propone un referendo como posible solución y por primera vez el CEO introdujo una pregunta sobre la consulta que podría dar pistas sobre los planes del Ejecutivo de Carles Puigdemont en los próximos meses.
Un 50,3 % de los catalanes estarían de acuerdo con que la Generalitat convocara un referendo aunque no tenga el visto bueno de Madrid. En el caso de que los soberanistas hicieran efectiva la vía unilateral, que el Gobierno asegura que en ningún caso llegará a suceder, la encuesta concluye que el sí ganaría con un 43 % mientras que el no se quedaría en un 22 %, pero porque una cuarta parte de los catalanes se negarían a participar en una consulta en tales condiciiones. Y aunque el independentismo se aferra a estos datos para asegurar que el proceso navega viento en popa, lo cierto es que Ciudadanos, PSC, PP y Catalunya sí que es Pot (la coalición en la que participa Podemos) no apoyan un referendo unilateral y estas fuerzas ahora suman el 52 % de los votos de la Cámara catalana.
La encuesta refleja que el movimiento independentista está estancado, pero electoralmente sigue como la opción mayoritaria, aunque en declive. Si se adelantaran las elecciones en Cataluña, previstas como muy tarde para dentro de un año, Junts pel Sí volvería a ser la fuerza más votada y obtendría entre 58 y 60 escaños, frente a los 62 que tiene en la actualidad. Esquerra ya se ha mostrado unas cuantas veces contraria a reeditar la fórmula de coalición con el Partido Demòcrata de Artur Mas, pero de momento es la referencia para los sondeos de la Generalitat. Según el CEO, la mayoría absoluta de Junts pel Sí y la CUP estaría en peligro, ya que los anticapitalistas perderían dos diputados y se quedarían en ocho. En la actualidad, ambas fuerzas suman 72 parlamentarios y la mayoría absoluta está situada en 68.
Ciudadanos seguiría siendo la fuerza mayoritaria de la oposición, con 20-21 diputados, aunque pierde fuerza dado que ahora tiene 25; el PSC mantendría posiciones con entre 15 y 16 escaños; Catalunya Sí que es Pot avanzaría de once a 18 o 19, siendo la formación más beneficiada de un anticipo electoral; y el PPC ganaría dos escaños y pasaría a tener 13 representantes.
En el supuesto de que las elecciones fueran al Congreso, Esquerra descabalgaría a En Comú Podem como primera fuerza en Cataluña, pasando de 9 a 12-14 escaños, lo que corrobora que los republicanos son a día de hoy la fuerza a batir y que Oriol Junqueras está en clara disposición de ser el próximo presidente de la Generalitat. En parte porque sus actuales socios de gobierno siguen en caída libre.
La gran mayoría de los catalanes, muy orgullosos del éxito de las selecciones españolas
Aunque desde el independentismo se insiste con asiduidad que Cataluña ya ha desconectado mentalmente del resto de España, la encuesta del CEO ofrece algunos resultados que desmentirían esa teoría. Por ejemplo, el sondeo afirma que un 55 % de los catalanes están bastante o muy orgullosos de los éxitos deportivos de la diferentes selecciones españolas, un porcentaje que se eleva al 67 % si quien participa es el combinado catalán.
En cuanto al sentimiento de pertenencia, la opción mayoritaria es considerarse «tan español como catalán» (37 %), seguido de solo catalán (23 %), más catalán que español (22 %), solo español (7 %) y más español que catalán (5 %). En conclusión, dos de cada tres ciudadanos tienen algún tipo de sentimiento de identidad española. Esto es congruente con la idea de que una amplia mayoría de los catalanes optan por la permanencia en España, ya sea como una comunidad con competencias ampliadas o como un estado dentro de una España federal.
Por otra parte, la obsesión de los partidos soberanistas en centrar toda su actividad en el proceso independentista no casa con los intereses de los ciudadanos, para quienes las relaciones con España son solo la tercera de sus preocupaciones. Además, a considerable distancia de los temas que realmente les quitan el sueño, que son la insatisfacción con los políticos (43,7 %) y la precariedad laboral (41,9 %). El malestar con la política alcanza su cota más alta en dos años.