Sánchez cuestiona la neutralidad de la gestora y acusa a sus rivales de financiación opaca

No pintaba nada bien la reunión convocada por el responsable de organización de la gestora socialista, Mario Jiménez, con los representantes de las tres candidaturas oficiosas a la secretaría general del PSOE. Y las expectativas se cumplieron. El encuentro pretendía fijar unas reglas básicas de funcionamiento de aquí a que empiece el proceso congresual que concluirá en junio, pero las discrepancias entre la dirección y el equipo de Pedro Sánchez lo hicieron imposible.

Los partidarios del ex secretario general cuestionan la neutralidad de una gestora que salió del convulso comité federal del 1 de octubre, y que está integrada fundamentalmente por sus ganadores. La dirección sostiene que a los de Sánchez les importa poco el partido y mucho sus propios intereses.

Ya unas horas antes de la cita, los sanchistas lanzaron su órdago. En un comunicado afirmaron que no renunciarán a la campaña de crowdfunding con la que han conseguido recaudar ya 83.000 euros y que resulta mucho más transparente que la propuesta por la gestora. Al tiempo, seguidores de Sánchez apoyaban en Twitter el hilo #lascuentasclaras, en el que criticaron que los actos de campaña de Susana Díaz los pague el partido.

Los sanchistas sostienen que si la gestora exige tener cierta capacidad de supervisión sobre las cuentas de los candidatos no es para cumplir con la ley de financiación de partidos políticos, que nada dice de una situación como la actual, sino para poder identificar a los donantes de Sánchez y presionarlos desde las direcciones provinciales y regionales.

El asesor jurídico de la candidatura, Andrés Perelló, insistió en que, dado que aún no ha sido convocado el congreso no hay reglamento al que acogerse. Sí garantizó que cuando las candidaturas sean oficiales, se aceptará el sistema de cuentas centralizadas y se cerrará el crowdfunding.

Comisión de garantías

Ese no fue el único punto de fricción de la reunión, que se prolongó por dos horas. Los representantes de Sánchez, Francisco José Salazar y Santos Cerdán, también exigieron la creación de una comisión de censo en la que estén todas las candidaturas para resolver «incidencias» en las afiliaciones y reclamaron que se elija de manera consensuada a los miembros de una comisión de garantías electorales, aunque acabaron moderando sus aspiraciones y se conformaron con que se les dé acceso al censo para «despejar dudas». Finalmente, no reclamaron a Jiménez que renuncie a pilotar todo el proceso, como habían planteado.

Frente a la beligerancia del equipo del ex secretario general, los representantes de Patxi López aceptaron los requerimientos de la gestora y también dieron por bueno que no se permita en las primarias el voto telemático. Su coordinador, Óscar López, insistió en que el PSOE siempre ha funcionado con transparencia y reprochó que se enturbie su imagen con sospechas.

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