La oposición trata de acorralar al Ejecutivo con las comisiones de investigación

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

JULIEN WARNAND | EFE

La que dilucidará si Fernández Díaz utilizó el ministerio para actuar contra adversarios políticos echó a andar ayer

10 mar 2017 . Actualizado a las 08:05 h.

Después de 13 años, la fiebre investigadora se ha apoderado del Congreso. La última comisión de este tipo que se puso en marcha fue la que se ocupó de los atentados del 11M. Ahora, en los cuatro primeros meses de esta legislatura, se han constituido o están en trámite de hacerlo tres. La pérdida de la mayoría absoluta del PP y la voluntad regeneradora de los nuevos partidos han dado la vuelta completamente a la situación. Los populares, que aplicaron su rodillo parlamentario entre el 2011 y el 2015 para vetar todas las demandas de comisiones de investigación -entre ellas una sobre la financiación de su partido-, no tienen más remedio que aceptarlas. La oposición no está dispuesta a perder la oportunidad que le brinda el nuevo escenario político para utilizar esta plataforma mediática para desgastar al Gobierno.

Ayer echó a andar la «Comisión de Investigación sobre la utilización partidista en el Ministerio del Interior, bajo el mandato del ministro Fernández Díaz, de los efectivos, medios y recursos del Departamento y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con fines políticos», que es su denominación completa. La comisión, que se creó en septiembre a instancias del PSOE, nace después de que el diario Público destapara en julio del 2014 las conversaciones entre el entonces ministro del Interior y el que fuera responsable de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, en las que hablaban de posibles investigaciones a dirigentes de CDC o ERC para desacreditar el proceso independentista.

Estará presidida por el diputado del PNV y exviceconsejero de Interior, Mikel Legarda, y la integrarán once diputados, tres del PP, dos del PSOE, dos de Podemos, uno de Ciudadanos, Esquerra, PNV y PDeCAT. En dos semanas se fijarán las comparecencias. Fernández Díaz y De Alfonso estarán entre los comparecientes. Los independentistas ya han adelantado que pedirán que declare Mariano Rajoy porque es poco creíble que «no supiera nada» de los que se cocinaba en los despachos de Interior. El diputado de ERC Gabriel Rufián aseguró que su intención de que acuda el excomisario José Manuel Villarejo.

Dos más

La siguiente comisión será la que investigará la crisis bancaria, impulsada por el PSOE, Podemos y ERC, que presidirá Ana Oramas (Coalición Canaria). Cubrirá desde el origen de la burbuja inmobiliaria en el 2000 bajo el mandato de José María Aznar, hasta el rescate de esas entidades financieras con el Gobierno de Rajoy, cuantificadas entre 60.000 y 100.000 millones de euros de dinero público. No hay precedentes de que se celebren dos comisiones de investigación de forma simultánea. La que tendrá que esperar turno es la comisión sobre la presunta financiación ilegal del PP, pactada por el PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos, ante la negativa del PP, que pretende que se investigue a todos los partidos.

Rajoy responde a Rivera que no ha incumplido nada y le pide que se reconduzca la relación

La relación entre Mariano Rajoy y Albert Rivera está en su punto más bajo desde que firmaron el pacto de investidura. Quedó de manifiesto en el duro enfrentamiento que mantuvieron el miércoles en la sesión de control por el rechazo del PP a crear una comisión que investigue su presunta caja B en el Congreso. El líder de Ciudadanos utilizó el lenguaje no verbal para acusarlo de tener mucha cara por no cumplir su palabra. Ciudadanos reaccionó pactando con el PSOE y Unidos Podemos crear la comisión. El PP contraatacó registrando sendas solicitudes en la Cámara baja y el Senado para investigar a todos los partidos. La negativa del presidente murciano Pedro Antonio Martínez a dimitir tras ser investigado por cuatro delitos ha contribuido también ayuda a tensar las relaciones. «Yo no he incumplido nada», fue la respuestas que dio ayer Rajoy a Rivera, quien le acusa de no cumplir su palabra. El presidente quiere que se reconduzca el acuerdo con Ciudadanos, aunque resta importancia a las desavenencias porque no afectan a cuestiones importantes. «Lo mejor que podemos hacer todos es estar tranquilos, las cosas se solucionan hablando, no conozco otro método», afirmó.

Semanas sin hablar

«Vamos a intentar reconducir esta situación», afirmó antes de subrayar que el pacto con Ciudadanos se está cumpliendo ya en muchos de sus puntos. Como hizo en el Congreso, Rajoy resaltó que lo que de verdad preocupa a los ciudadanos es la situación económica, el futuro de Europa, la sostenibilidad de las pensiones o el pacto sobre educación.

Los dos líderes llevan semanas sin hablar y han dejado en manos de sus colaboradores el día a día de la aplicación del acuerdo que firmaron. Ninguno quiere romper de pacto. De hecho, los portavoces del PP, Rafael Hernando, y de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, reanudaron ayer las conversaciones entre ambos partidos tras el rifirrafe del día anterior.

Rivera aseguró que el acuerdo de investidura no está roto y resaltó que se está cumpliendo en su parte económica y social, pero lo que sí «dio por rota es la palabra dada por el PP en los puntos referidos a la corrupción. Los representantes de Ciudadanos y Podemos se reúnen hoy por primera vez para tantear sus posiciones sobre la supresión de los aforamientos y la limitación de los mandatos presidenciales, dos de los compromisos incluidos en el pacto que el partido de Rivera firmó con el PP.