PP y PSOE formalizan su pacto y se reparten las cuatro plazas vacantes en el Constitucional

nuria vega MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Cándido Conde-Pumpido, María Luisa Balaguer, Ricardo Enríquez y Alfredo Montoya cubrirán las vacantes de magistrados gracias a los votos de populares y socialistas

02 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El acuerdo tácito entre PP y PSOE para renovar el Tribunal Constitucional se destapó ayer en la Comisión de Nombramientos del Senado. Quince candidatos, los propuestos por las cámaras autonómicas, acababan de defender su trayectoria y méritos para aspirar a una plaza en el órgano jurisdiccional. Pero daba igual, la tarta estaba ya repartida. Los votos de populares y socialistas sirvieron para sacar adelante su propuesta conjunta y permitir a Cándido Conde-Pumpido, María Luisa Balaguer, Ricardo Enríquez y Alfredo Montoya cubrir las vacantes de magistrados. Dos progresistas y dos conservadores.

El desencuentro entre ambas formaciones políticas y el resto de la oposición fue total. Por decisiones tomadas a conciencia o circunstancias del momento, los dos representantes de PP y PSOE votaron prácticamente en soledad su planteamiento, que será ratificado en el pleno del 7 de marzo. Solo en la esquina derecha de la sala, el representante del Grupo Mixto informó de que se abstenía. Ni Unidos Podemos ni el PNV ni Esquerra estuvieron presentes. En el caso del partido de Pablo Iglesias, por un despiste que hizo que Ramón Espinar se encontrara en su despacho a la hora de la votación. Los nacionalistas vascos, sin embargo, ni tan siquiera quisieron participar del trámite de examen a los aspirantes. Esquerra se ausentó para denunciar la «politización» del Constitucional y el «amaño» entre PP y PSOE. Su censura del sistema de designación se sumó a las críticas de Espinar. «Llevan años colocando en los tribunales comisarios políticos», denunció el portavoz de Unidos Podemos. 

Una única nación

Las dos primeras fuerzas cerraron filas en defensa de un acuerdo que consideran obligado. Se necesitan tres quintos de la cámara para cubrir el cupo del Senado en la renovación del Constitucional y eso exige, argumentan, el entendimiento entre partidos. «No es admisible que se hable de amaño cuando es un proceso absolutamente democrático», protestó el socialista Vicente Álvarez Areces.

En realidad, PP y PSOE han hecho frente común en la defensa del proceso de renovación del tribunal teniendo especialmente en cuenta el desafío independentista catalán. La senadora de Esquerra, Mireia Cortés, aprovechó la comisión para interrogar a los futuros magistrados sobre la opción de que el Estado delegue en Cataluña la competencia para convocar un referendo, al tiempo que Espinar preguntaba sobre la posibilidad de aceptar el término «nación». No obtuvieron respuesta afirmativa. Unos se abstuvieron de responder y otros recordaron que nación solo hay una y que las aspiraciones secesionistas tienen encaje si no vulneran la ley. Conde-Pumpido resaltó, además, ante Esquerra la imparcialidad e independencia del máximo intérprete de la Constitución.