Patxi López dice que la guerra de Díaz y Sánchez amenaza «el ser del PSOE»

PAULA DE LAS HERAS MADRID / COLPISA

ESPAÑA

MANUEL BRUQUE | Efe

El ex secretario general afea que el partido no persiga derogar la reforma laboral

27 feb 2017 . Actualizado a las 08:46 h.

Patxi López no se resigna a ser expulsado sin más de la carrera por la secretaría general del partido. Él y sus partidarios siguen creyendo que frente a la polarización instalada en la formación por el encarnizado enfrentamiento entre Pedro Sánchez y Susana Díaz su discurso tiene un enorme valor. «Nos estamos jugando el ser del partido; tratar al compañero como a un enemigo puede ayudar a ganar un Congreso, pero, desde luego, no va servir para unir al PSOE», dijo. El argumento es la réplica a una idea que empieza a prender en un partido imbuido de un prematuro clima precongresual y que alientan con intención los afines al exsecretario general, la de que no hay espacio para lo que López pretende representar. «Está pinchando», manifestó Odón Elorza, exalcalde de San Sebastián y maestro de ceremonias de buena parte de los actos de Pedro Sánchez. «No es la tercera vía, sino la vía corta», ironizó.

Pedro Sánchez, por su parte, hizo parada en La Rioja, la tierra del que fuera su lugarteniente, César Luena. En un acto en Aldeanueva del Ebro, que contó con la presencia de parte de la ejecutiva regional , el exsecretario general ignoró a López y lanzó un recado a la gestora. «Eso de la izquierda posible me suena a izquierda resignada; no renunciemos a la utopía», apuntó un día después de que el líder de la dirección interina, Javier Fernández, previniera contra recetas «milagrosas». Sánchez aprovechó para hacer una crítica concreta a la ponencia económica marco para el próximo congreso federal, presentada el sábado en Madrid. Entre otras cosas, reprochó que no se hable de «garantizar un ingreso mínimo vital», declaró, algo que sí recoge su actual proyecto, pese a que lo calificara de «inviable» en sus tiempos como líder del partido, y lanzó una dura crítica por el hecho de que la ponencia económica oficial del partido no ofrezca alternativas a la reforma laboral. Una renuncia que, a su juicio, supone abandonar los principios de la socialdemocracia.

«Habrá momento de hablar y hablaré», avisa la andaluza

Se resiste a iniciar oficialmente su campaña por el liderazgo del PSOE, a pesar de que apenas hay fin de semana, desde hace meses, en el que no se desplace a alguna localidad española fuera de Andalucía. Susana Díaz intenta preservar con ello sus obligaciones como presidenta de la Junta, pero no renuncia a lanzar señales a sus fieles. «Me parecería feo utilizar el Día de Andalucía para hablar de mí», dijo en un acto de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en la Comunidad Valenciana. «El PSOE está en pleno debate de su proyecto, pero después habrá momento de hablar del quién y no quepa duda de que lo haré», añadió Díaz, quien fue recibida en el Palau de la Generalitat por el presidente valenciano, Ximo Puig.

Díaz no renunció a defender el trabajo realizado para la ponencia marco del 39 congreso federal del partido y, en concreto, su apartado económico, criticado por Pedro Sánchez. «Es la economía de la igualdad y al servicio de las personas», dijo la presidenta de Andalucía.