«Menos mal que no es Robespierre», replicó el presidente del Gobierno ante los casos en el PP enumerados por el secretario general de Podemos
22 feb 2017 . Actualizado a las 18:36 h.El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha echado en cara a Mariano Rajoy los últimos casos de corrupción en los que se han visto implicados cargos del PP, como los que afectan al presidente murciano, Pedro Antonio Sánchez, al expresidente de la Rioja Pedro Sanz, al exministro de Industria José Manuel Soria o la exalcaldesa de Cartagena y actual senadora, Pilar Barreiro.
También ha citado el ingreso en prisión de trece condenados por la pieza Fitur en la Comunidad Valenciana y el «chalecito» del expresidente de La Rioja, pero se ha detenido especialmente en que el exministro Soria «mintió» al decir que su hotel en Punta Cana se lo pagaba con su dinero.
Frente a ello, ha señalado que por el fallo de un juez se sabe que solo se pagó los masajes, y ha subrayado que Soria llamó «delincuentes» a los periodistas por investigar su caso.
«¿Quién es ahora el delincuente?», se ha preguntado Iglesias, quien ha advertido a Rajoy de que la lucha contra la corrupción no se hace solo con palabras o con el «lavado de cara de sus socios», sino con hechos.
Por eso le ha planteado que inste al ministro de Justicia, Rafael Catalá, a ordenar a la Fiscalía que investigue las estancias de Soria en hoteles de lujo porque se puede estar ante un caso de «cohecho».
Rajoy pide ni «minimizar» ni «magnificar» el problema
En su respuesta en la sesión de control del Congreso, el jefe del Ejecutivo le ha pedido no magnificar y le ha recriminado que no aporte ni una idea para intentar que «este problema» deje de serlo. Y ante los casos enumerados, ha exclamado: «Menos mal que no es Robespierre».
Rajoy ha señalado que ante cualquier «problema político» hay que hacer una «justa apreciación de sus dimensiones» y ha pedido «ni minimizar» ni «magnificar» este problema porque hay miles de personas que se dedican a la política que hacen «bien» su trabajo y «no merece vivir bajo sospecha».
Además, se ha mostrado dispuesto a estudiar todas aquellas medidas de los grupos que sean «razonables» para mejorar la lucha contra la corrupción. «Si perseveramos en esa forma de actuar, esto pronto dejará de ser una anécdota», ha añadido.
Ante la pregunta de Iglesias de «con cuántos casos aislados la corrupción deja de ser aislada», Rajoy le ha espetado que «la corrupción no se combate ni con palabras ni con los lavados de cara de sus socios, se combate con hechos».
«Ha venido a lo que ha venido. Es parte, juez y fiscal y venía con la sentencia dictada», respondió Rajoy, a lo que ha añadido que «en cualquier caso, menos mal que usted no es Robespierre ni esto es la Convención, porque, si no, tendríamos, sin duda alguna, un problema», ha señalado Mariano Rajoy.
A su juicio, Iglesias «ni tiene una opinión ponderada ni pretende tenerla; ni tiene una solución para resolver este problema, ni pretende conseguir esta solución».
Frente a la visión negativa de España que cree que ofrece Iglesias, ha subrayado que es un gran país en el que la inmensa mayoría de los políticos son personas que cumplen con dignidad su trabajo. «Lo que tiene que plantearse usted -ha añadido- es si usted también lo hace».