Máximos honores y nuevo escenario para el recibimiento de Macri en su visita de Estado

Europa Press

ESPAÑA

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Felipe VI estrena un nuevo formato de recibimiento oficial, que dejará de hacerse en El Pardo para traerlo al centro de la ciudad

22 feb 2017 . Actualizado a las 18:04 h.

El Rey Felipe VI ha recibido este miércoles con la máxima pompa al presidente de Argentina, Mauricio Macri, en el arranque de su visita de Estado a España, la primera de un mandatario del país sudamericano en ocho años.

Por vez primera, el recibimiento oficial de un presidente en visita de Estado se ha hecho en el Palacio Real, en sustitución del Palacio Real de El Pardo, que era el emplazamiento habitual hasta que el actual monarca ha decidido cambiarlo.

Con el traslado de este acto al Palacio Real, Felipe VI busca dar mayor realce a un acto que permite mostrar la grandeza de un país con tanta historia como España y acercarlo a la ciudadanía, que puede seguirlo desde la plaza de Oriente, explican fuentes de la Casa del Rey.

Desde su proclamación como monarca, Felipe VI ha querido usar más el Palacio Real, que está abierto a las visitas y que ofrece incluso visitas gratuitas una vez a la semana. Incluso grabó allí su segundo Mensaje de Navidad, aunque ese cambio de escenario generó críticas desde parte de la opinión pública, a la que no gustó ver al Rey rodeado de lujo cuando la crisis aún golpeaba de lleno en muchos hogares. En 2016, el Rey regresó a Zarzuela para su Mensaje de Navidad.

Sergio Barrenechea | Efe

Como marca el protocolo en las visitas de Estado, Macri y su esposa, Juliana Awada, han llegado al palacio en un Rolls Royce de Patrimonio Nacional, escoltado por un escuadrón de la Guardia Real a caballo. En el Patio de la Armería les esperaban los Reyes Felipe y Letizia, que les han saludado nada más bajar del coche.

La unidad de música de la Guardia Real ha interpretado entonces los himnos de Argentina, primero, y de España después, mientras se disparaban 21 salvas de ordenanza desde cuatro piezas históricas de artillería.

GERARD JULIEN | AFP

El Rey y Macri han atravesado juntos el Patio de la Armería pasando ante un batallón de honores de tres compañías en dirección a la puerta principal del palacio, donde han saludado a las delegaciones española y argentina que aguardaban su llegada.

Por parte española, han acudido al acto los presidentes del Congreso y del Senado, Ana Pastor y Pío García-Escudero, respectivamente; los presidentes del Tribunal Constitucional y del Supremo, Francisco Pérez de los Cobis y Carlos Lesmes; la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, entre otras autoridades.

No estaba la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que sí acudirá en cambio a la cena de gala que los Reyes ofrecerán esta noche a Macri en el Palacio Real.

Hechos los saludos a las delegaciones, los Reyes y el presidente Macri y su esposa, han presenciado desde una tribuna el desfile de la Guardia Real, que ha iniciado la sección de motos, seguida de los gastadores que abrían paso a la unidad de música y al batallón de honores formado por un total de 81 efectivos de la Guardia Real.

Al compás de una animada marcha militar, el desfile ha continuado con el paso del Escuadrón de Escolta Real. Los encargados de abrir el paso al resto del escuadrón han sido los batidores, montados sobre caballos de capa negra de pura raza española. Después, la banda de clarines y timbales en caballos de capa torda, y a continuación los coraceros y lanceros, que son los encargados de proteger a la autoridad que escoltan, al ir más cerca de ella.

Ha cerrado la parada la Batería Real compuesta por cuatro piezas históricas de artillería tiradas por dos carrillos que son desde las que se lanzaron las 21 salvas de ordenanza mientras sonaban los himnos.

Terminado el desfile, Macri y su esposa han abandonado el Palacio Real en el mismo Rolls Royce en el que llegaron en dirección al Congreso de los Diputados, donde tendrá el honor de pronunciar un discurso ante el Pleno, que interrumpirá su sesión para recibir al presidente argentino, en una deferencia que suele tenerse con los dirigentes en visita de Estado a España.