La gestora del PSOE intenta que el congreso del partido blinde su estrategia de oposición

P. H. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Sergio Barrenechea | efe

Tanto socialistas como populares dan por hecho que, de ser secretario general, Sánchez pasaría de la negociación a la confrontación con el Ejecutivo de Rajoy

04 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El 39.º congreso federal del PSOE, previsto para el 17 y 18 de junio, no solo pondrá las luces largas para hallar soluciones a la crisis de la socialdemocracia europea y definir el proyecto global del partido en consonancia con la sociedad actual. El equipo designado por la gestora para elaborar la ponencia marco que se debatirá en el cónclave tiene también que elaborar una suerte de «guía de oposición» que será de aplicación inmediata y que resultará imperativa para el futuro secretario general del partido.

Es del todo atípico que en una ponencia de un congreso se llegue a semejante detalle y la única explicación de este hecho novedoso está en el temor a que una eventual victoria de Pedro Sánchez haga saltar por los aires el trabajo realizado para reubicar al PSOE desde su dimisión forzada el pasado 1 de octubre, envuelto en la bandera del no al PP.

«El PSOE tiene derecho a fijar una posición de todo aquello que considera innegociable y a fijar una posición de todo aquello que considera negociable -argumentó Eduardo Madina, responsable de coordinar el documento político- y ese es un debate que se tendrá el 16, 17 y 18 de julio porque corresponde al conjunto del partido». El responsable de la ponencia no niega que sea inusual que en un congreso se baje a tanto grado de detalle, pero alega que también este es un momento distinto, que la actual es una «legislatura abierta» sin mayorías claras y que, por primera vez, siendo oposición los socialistas no tienen que renunciar a plasmar sus ideas en una «práctica política», aunque puedan verse obligados a modularlas.

El caso es que tanto en el PSOE como en el PP se da por hecho que, de ser secretario general, Sánchez pasaría de la negociación a la confrontación con el Ejecutivo de Rajoy. Él mismo ha dejado claro que esa es su intención (en contra del discurso que mantuvo como candidato a la presidencia del Gobierno) y que su objetivo es la confluencia con Podemos. Con la guía la parte del PSOE que hoy tiene las riendas del partido quiere al menos acotar su margen de maniobra y construir una red.