Pablo Iglesias reduce Vistalegre a un duelo con Errejón por el control de Podemos

ander azpiroz MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Emilio Naranjo | efe

El secretario general insiste en que en la asamblea se medirán dos liderazgos y el que se imponga deberá dirigir el partido

03 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Podemos ya está en campaña electoral y cada una de las corrientes que se medirán en Vistalegre II ha comenzado a poner sus estrategias en práctica. La de Pablo Iglesias, a tenor de lo manifestado ayer, consiste en reducir el debate a una cuestión de liderazgo. La militancia debe elegir entre él o Íñigo Errejón, vino a decir. Las bases pueden estar divididas en cuanto al rumbo a seguir. Pero todos coinciden, incluidos sus adversarios errejonistas y anticapitalistas, en que Iglesias debe de seguir al frente del partido. Él, sin embargo, ha dejado claro que si pierde se marcha. Al menos de la secretaría general.

«Hay dos proyectos y dos equipos de personas y hay dos liderazgos que encabezan dos proyectos con sus ideas diferentes. El liderazgo en Podemos lo tendrá aquel equipo de personas que tenga más apoyo», afirmó ayer en los pasillos del Congreso. «Si mi lista gana -añadió- seguiré liderando esta formación y trataré de incorporar a las personas de otros equipos. Si, por ejemplo, gana la lista de Errejón, el liderazgo será suyo y yo esperaría que contara conmigo, en una posición más discreta y distinta, pero para seguir ayudando».

La doble baza

Una de las bazas que ha jugado Iglesias es la de presentarse tanto a la secretaría general como al consejo ciudadano. Con un doble propósito. Por un lado, le enfrenta a Errejón, número uno de la lista crítica y quien ha evitado el cara a cara al no postularse para encabezar el partido. Por el otro, le permite mantener voz y voto en el máximo órgano de gobierno del partido en el caso de que resulte derrotado y lleve hasta el final su compromiso de renunciar a la secretaría general. La decisión pilló a contrapié al secretario político. Errejón se reconoció sorprendido por la doble candidatura porque, dijo, el liderazgo de Iglesias no está en entredicho. «Yo sigo defendiendo -añadió- un proyecto en el que la gente no tenga que elegir y nos pueda tener a los dos juntos».

Que la disputa en la asamblea va camino de convertirse en un duelo personal es una tesis que comparten otros dirigentes de Podemos como Carolina Bescansa. Pero también Miguel Urbán, líder de los anticapitalistas, quien pidió que uno y otro no «ahoguen» con un duelo personal el debate de Vistalegre II. «Existen otros muchos equipos que no solo han presentado buenas ideas y propuestas, sino que son la prueba real de que esta formación está viva», señaló el eurodiputado.

Pese a que el combate Iglesias-Errejón es ya inevitable, ambos se esfuerzan por dar una imagen de relativa normalidad. Sobre todo después de la intensa discusión del martes en sus escaños. Ayer, abandonaron el pleno juntos y sonrientes. Fue así, bromeó Errejón, porque Iglesias le había robado el cargador del teléfono móvil.

Uno de los protagonistas de la primera jornada de campaña fue Juan Carlos Monedero. Reprochó a Errejón, a quien acusa de desleal y ambicioso, de presentar al consejo ciudadano «una lista llena de amigos».