Echenique admite que Podemos «está dando pasos atrás», pero justifica su ataque a Errejón

Ramón Gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Javier Lopez | EFE

Los partidarios del secretario político lo defienden y dicen que es uno de los artífices del éxito del partido

28 dic 2016 . Actualizado a las 08:57 h.

Nadie quiere hablar de ella, pero ahí está. La ruptura de Podemos, un partido fundado el 16 de enero del 2014, ha dejado de ser un remoto runrún para convertirse en una posibilidad sobre la mesa si es que Pablo Iglesias e Íñigo Errejón no modulan sus planteamientos. El secretario de organización, Pablo Echenique, lanzó ayer un aviso en ese sentido y alertó de que el partido «está dando pasos atrás» en el camino de dejar de ser «una organización unida y fuerte».

Los primeros espadas callan, pero su cuadrilla no para. Ni el secretario general ni el secretario político han intervenido para poner orden en un debate que ha degenerado en una batalla en las redes sociales y medios de comunicación entre pablistas y errejonistas. Los primeros están convencidos de que hay una operación para eliminar a su secretario general. Los segundos consideran que está en marcha una conspiración para relegar al secretario político a un papel irrelevante.

Pablo Echenique intenta hacer de bombero y recuperar la vitola de imparcialidad que se le supone al secretario de organización para pedir calma, pero su imagen está muy decantada hacia Iglesias como para ser tenido en cuenta por Errejón y los suyos. Podemos se ha quedado sin nadie que tienda puentes, y salvo que los dos líderes corrijan el rumbo, la deriva de la nave es incierta.

Rita Maestre, portavoz del Ayuntamiento de Madrid y muy próxima a Errejón, demostró que el número dos no va a recular. El secretario político de Podemos, sostuvo, es una «parte fundamental» del partido y «uno de los artífices de sus éxitos». Es tan evidente, subrayó, que «todo el que está fuera [del partido] lo ve meridianamente claro». Una forma de decir a los afines a Iglesias que cometen un error de cálculo al menospreciar al número dos con emplazamientos a que presente su candidatura en la asamblea de Vistalegre II en febrero.

«Craso error»

Maestre no entró a ese envite, un reto al que Errejón por ahora dice que no, pero advirtió de nuevo a los pablistas de que han cometido un «craso error» al desatar en Nochebuena la ofensiva #ÍñigoAsíNo en la redes sociales. La dirigente cargó además las tintas sobre el secretario de organización, que hizo un papel «muy impropio» de su cargo al sumarse a la operación contra el secretario político del partido.

Echenique encajó el golpe y se disculpó a medias. «No fue bonito lo que vimos en Twitter, pero eran cosas que había que decirlas», se justificó. El número tres de Podemos, pese a estar identificado ahora con el bando del secretario general, aseguró que no es «de ninguna familia» y al abrigo de esa independencia se sintió legitimado para entrar en el debate con un «toque de atención» a Errejón, al que después, aseguró, envió «un abrazo porque hay que cuidar a los compañeros». «No me sentí bien», confesó en Cuatro, pero «dije lo que debía decir».

Su diagnóstico es que «los comportamientos de familia y de las corrientes» se han convertido en un cáncer para Podemos y amenazan con convertir en «una guerra» lo que solo es una asamblea del partido. Eso es lo que dice en público, en privado fuentes cercanas al secretario de organización admiten que el debate se les ha ido de las manos, sobre todo tras el ajustado e inesperado resultado de la consulta sobre la metodología de Vistalegre II, ganada con un exiguo 41 % de los votos por Iglesias frente al 39 % de Errejón. Ahí se demostró que Podemos está partido por la mitad y sus dos líderes no tienen interés en reconducir la situación.

Es más, Irene Montero, portavoz adjunta en el Congreso y también muy cercana al secretario general, echó un puñado de sal en las heridas y denunció que la forma de actuar los errejonistas es «dañina» para el partido y «para Pablo». Esa es la razón, dijo, de la campaña desatada por los fieles al secretario general en las redes sociales contra el secretario político. Se tenía que «escuchar la voz de quienes creemos que hay que defender a Pablo frente al hostigamiento al que está siendo sometido», argumentó.

Dirigentes de Madrid se movilizan contra el cese de López

Podemos en Madrid no logra salir de su crisis. Seis miembros del consejo ciudadano de la comunidad enviaron una carta a la militancia de la organización en la que instan al grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid a que rechace la destitución de su portavoz, José Manuel López, que califican de «error garrafal» en «una práctica impropia de Podemos», porque obedece a «un reparto de poder entre familias», no a un debate político.