Susana Díaz evita confirmar su candidatura en el PSOE pese al apoyo de Zapatero

P. H. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Carlos Díaz | EFE

La dirigente socialista asegura estar «centrada en los problemas de los andaluces»

18 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Un día después de que el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero la bendijera como la mejor apuesta para ocupar la secretaría general del PSOE, Susana Díaz guardó silencio. La presidenta de Andalucía, que clausuró en Málaga la convención de la Internacional Socialista sobre el Mediterráneo, no quiso dar más pistas sobre su futuro político y, como en anteriores ocasiones, argumentó que ahora mismo está «centrada en los problemas de los andaluces». Eso sí, cara al futuro del PSOE, afirmó: «Los socialistas andaluces siempre ayudaremos a que el partido se levante lo antes posible, que es lo que España necesita».

En el principal partido de la oposición son pocos los que dudan de sus intenciones. Lo que algunos empiezan a dudar es si también esta vez se verá obligada a dar un paso atrás como ya hizo en el congreso extraordinario del 2014, en el que, pese a contar con el apoyo de más de una decena de barones, optó por esperar. Entonces, la frenó el temor a que la militancia no secundara a los secretarios territoriales y el pavor de los pesos pesados de su federación a perder los comicios autonómicos si no contaban con ella como cabeza de cartel.

Dudas

Ahora el problema es otro. La imagen de Díaz se ha resentido en los últimos dos años entre las bases como consecuencia de su actitud hacia Pedro Sánchez, al que ayudó a encumbrar como secretario general pero al que retiró el apoyo apenas dos meses después. Entre los barones y referentes de la formación que participaron en la operación interna para tumbar al exlíder del partido y evitar unas terceras elecciones empiezan a abrirse las dudas sobre las consecuencias que tendría su candidatura en un momento en el que el PSOE está partido en dos y el susanismo representa a uno de los sectores en liza.

Díaz lleva semanas celebrando reuniones internas y trabajándose al partido. Pero en público no quiere pillarse los dedos. Ayer adujo que el acto celebrado el viernes con Zapatero tenía como único objeto conmemorar el décimo aniversario de la ley de dependencia y destacó la labor del exjefe del Ejecutivo, al que la gestora quiere rehabilitar tras un largo período en la sombra.