La gestora del PSOE replica al PSC de Iceta que Cataluña no es una nación

ramón gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Kiko Huesca | Efe

El debate identitario complica el arreglo del conflicto político abierto entre los dos partidos

09 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cataluña no es una nación; la nación es España. Este es el planteamiento de la gestora que dirige al PSOE desde la dimisión de su comisión ejecutiva y el que expondrá su presidente, Javier Fernández, en la reunión de la próxima semana con Miquel Iceta, líder del PSC. Partido que aprobó en su congreso del pasado fin de semana que Cataluña es una nación que se debe incardinar en la nación de naciones que es España. Una postura que hace presagiar que el conflicto entre ambos partidos, lejos de encarrilarse, se encone más.

El portavoz de la dirección provisional socialista, Mario Jiménez, afirmó ayer que el PSC tendrá que explicar «ese cambio de posición» sobre la identidad de Cataluña. «Estoy flipando con que eso sea noticia», comentó Iceta el lunes en una conversación informal porque la definición de Cataluña como nación lleva 40 años en los documentos de los socialistas catalanes. Que Cataluña es una nación, sin efectos jurídicos, figura también en el preámbulo del Estatuto que el Congreso con los votos del PSOE aprobó hace diez años. El Constitucional, que anuló buena parte del articulado, no tocó ese apartado.

Jiménez, estrecho colaborador de Susana Díaz, señaló que «en las últimas semanas y meses» el PSC «ha modificado sus criterios respecto al proceso territorial y al proceso que existe en Cataluña». El portavoz de la gestora señaló que la doctrina socialista sobre el modelo territorial de España quedó fijada en el 2013 en la declaración de Granada, y en ella no se habla de que Cataluña es una nación. El texto consensuado por todos los secretarios territoriales del PSOE defiende el modelo del Estado de las autonomías y aboga por una reforma federal de la Constitución.

El primer secretario de los socialistas catalanes se pregunta ante estas posturas de la dirección provisional si el PSC «no encaja» en el PSOE, cómo «va a encajar» Cataluña en España. Los socialistas catalanes se niegan que hayan cambiado de postura y reclaman que se les diga en qué ha variado. Sostienen que, por ejemplo, el congreso del partido respaldó la reforma federal de la Constitución, en línea con la referida Declaración de Granada.

Derecho a decidir

El temor en la dirección del PSOE es que tras el planteamiento identitario del PSC se abra un resquicio a la reivindicación del derecho a decidir y a su plasmación en un referendo. Una tesis defendida hasta hace poco por los socialistas catalanes como respuesta al desafío independentista, pero que desapareció del programa del PSC con la llegada hace dos años de Iceta tras la dimisión de Pere Navarro.

En el PSC, en cambio, cada día es mayor la convicción de que el PSOE andaluz, y otros barones en sintonía con Susana Díaz, pretenden excluirle de los órganos directivos del socialismo y así allanar el camino para que la presidenta de la Junta de Andalucía se haga con el control del partido sin resistencias internas.

Antonio Hernando afirma ahora que se equivocó al defender el «no es no» a Mariano Rajoy

Antonio Hernando, portavoz socialista en el Congreso y uno de los más firmes baluartes del dimitido Pedro Sánchez, admitió ayer que se equivocó al reclamar durante tres meses el voto en contra de la investidura de Mariano Rajoy. Hernando protagonizó un viraje de 180 grados en 24 horas y pasó de defender a capa y espada el «no es no» al líder del PP a justificar la abstención de los diputados socialistas en la votación de investidura del 29 de octubre.

Semejante pirueta política no le ha provocado ningún desgarro interior, es más dijo estar «tranquilo, sereno y convencido» de que hizo lo que debía de hacer al cambiar de opinión. Explicó que se confundió al «identificar» la gestión de un resultado electoral «complejo» después del 26 de junio con «un tema político, ideológico y ético». El rechazo del PSOE a Rajoy, vino a decir, es estructural y está en la lógica de la dialéctica política, pero qué hacer con los votos de los socialistas en la investidura si se quería evitar unas terceras elecciones requería una adaptación a las circunstancias y permitir la gobernabilidad.

Hernando señaló que defendió con la misma convicción el no que la abstención porque esa era su obligación como portavoz en el Congreso. Además, agregó, en «mi cultura está que hay que estar a las duras y a las maduras». De todos modos, confesó, había «aprendido mucho» en los difíciles días que le tocó vivir. Entre esas enseñanzas, añadió, está que «lo primero son las organizaciones y después, las personas».

El portavoz señaló que aunque ahora discrepe con los planteamientos de Sánchez «jamás» va a «salir de su boca un reproche» hacia él porque tiene «mucho respeto, mucha consideración y mucho afecto» por el que fuera secretario general del PSOE y le eligió para ser el portavoz de su partido en el Congreso.